sábado, 9 de enero de 2021

CASTRO URDIALES- MIOÑO- CASTRO URDIALES (Cargadero de Dícido)

En estos días de fiestas navideñas hicimos una escapada de esas que tanto nos gustan y que últimamente teníamos un poco descuidadas por temas familiares que nos tienen muy entretenidos.
La idea era haber hecho una excursión con mi prima, Vicente, Jose Antonio,...pero se suspendió la víspera así que por la noche busqué una ruta fácil (llevaba mucho tiempo sin andar) y esta, una parte de la costa que nos faltaba, me pareció una buena opción. 
Hace tiempo hicimos otra ruta desde Islares hasta Castro Urdiales y esto fue lo último que anduvimos aquel día, la zona del Trampolín, en el extremo occidental de la playa de Ostende:

Así que esta vez, después de aparcar junto a la plaza de toros de Castro, empezamos donde lo dejamos aquella vez, en la playa de Ostende, playa que se forma en la ensenada de Urdiales, en la misma ciudad:
Caminando por el paseo marítimo, pasamos junto a la Punta de los Cuervos (en la foto anterior, la roca más grande que se ve, que separa la llamada playa del Matadero) y junto a lo que llaman la playa del Pedregal (yo lo veo más como una piscina natural) que no tiene salida al mar, parecido a la de Gulpiyuri:


Si te fijas, en la foto anterior se ven 2 estatuas del estilo de los Raqueros de Santander:
Continuamos hasta la Atalaya desde donde se tiene una bonita perspectiva de la iglesia de Santa María de la Asunción (en torno a la cual se celebra la Pasión Viviente el día de Viernes Santo, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional):



Es de estilo gótico, construida entre los S XIII y XV. En su nave central se pueden distinguir 3 pisos, el primero con arcadas y el más alto con grandes ventanales:

En la misma explanada donde se encuentra la iglesia está el castillo-faro de Santa Ana:

El muro que bordea esa península parecía muy agradable para varias aves que, sin duda, extrañaran la falta de turismo en la zona:

Desde allí también se ve muy bien la dársena mayor del puerto de Castro Urdiales, con el Club Náutico flotando en sus aguas (a la izquierda de la foto), el Parque Amestoy, la dársena antigua, la Lonja, la rampa,...:

Ya para salir de la península donde se sitúan la iglesia de Santa María y el faro podemos ver las ruinas de la iglesia de San Pedro con su puerta de arco apuntado:

Vista desde el otro lado de la iglesia de Santa María con la entrada a la dársena antigua debajo de ella, el Castillo-Faro, el puente medieval y la ermita de Santa Ana :

Continuamos por el paseo marítimo dejando atrás el contradique o muelle de Don Luis, reconocible por su colorido y sus escalinatas, el cual, junto con el dique Norte (en la foto, al fondo, acaba en un faro). dan protección y abrigo al puerto de Castro Urdiales):
Enseguida llegamos a la otra playa importante de Castro, algo más pequeña que la de Ostende, Brazomar:

Playa de Brazomar vista desde el otro lado, una vez cruzada la ría:
Continuamos por la avenida de la playa hasta adentrarnos en el parque Cotolino, en el que no nos estuvimos mucho, que a todo no nos daba tiempo.
Salimos del parque y cruzamos entre pisos hasta llegar a unas escalerillas que nos volvieron a sacar al borde del mar, junto a una "playa", Pocillo de los Frailes, una pequeña cala de roca y cantos rodados, rodeada de una campa, junto al barrio nuevo de Cotolino:

Libertad, paz,...:
Estamos en la Punta de Mioño o de la Gorda, con vistas hacia la Iglesia, el faro y el dique Norte rodeando el puerto:

Continuamos nuestra marcha hacia el cargadero de Dícido en la localidad de Mioño, el único que se conserva de los 3 cargaderos de mineral que se construyeron para dar servicio a los Altos Hornos de Vizcaya, una gran estructura voladiza de hierro sustentada sobre una columna de piedra de sillería levantada en el mar:

Viniendo desde la parte de Castro Urdiales, se llega a una especie de parque con varias plataformas con cerramientos de troncos, pasarelas y bancos (allí comimos maravillosamente). Se puede bajar hasta el cargadero por unas escaleras y pasando por unos túneles puedes ver la boca cerrada con una reja. Está en muy malas condiciones de conservación pese a que está declarado Bien de Interés Cultural:
Viéndolo desde arriba no te haces idea de la red de túneles (algunos ya cerrados o intransitables) que hay allí debajo:

Otros permitían el paso hacia un parque ya en la parte de Mioño y que se podía ver desde arriba:

En ese trayecto hay varios carteles que cuentan la historia de estos cargaderos, pero me pareció que todo estaba muy descuidado, quizás por la situación de la pandemia que estamos pasando. Y sin entrar en polémicas, pienso que quizás deberían mantener sitios como este en perfectas condiciones, lugares donde poder pasear cumpliendo todas las normas y sin miedo a contagios...:

Y así llegamos a la playa de Mioño o de Dícido que, al menos ese día, estaba fuertemente azotada por las olas:
Menos mal que un muro de contención protege a los posibles bañistas:

Al salir de la playa nos encontramos con esto, una réplica de la Virgen de Mioño (la original está en la parroquia) en una cueva natural que se ha convertido en lugar de peregrinación, y que cuenta con su leyenda, claro. Dicen que la talla policromada apareció en la playa tras un temporal y los vecinos intentaron varias veces llevarla en una embarcación hasta Castro, pero siempre se hundía la barca por lo que decidieron dejarla allí:
Para salir de la playa una carretera bien escoltada:

Atravesamos el pueblo de Mioño en paralelo al río hasta que ya nos desviamos en busca del túnel que horada el Cerro donde están las antenas y que forma parte de la Vía Verde de Castro- Traslaviña:
Es el túnel de Valverde, tiene 397 m. de largo y une las localidades de Mioño y Castro en 5 minutos andando (o menos en bicicleta, claro):
Las bocas tienen diferente forma en una parte y en otra por lo que te da una sensación rara cuando estás dentro (comparad esta foto y la anterior). Esta es la boca de Castro:
Y esta la de Mioño, más en punta:

Salimos del túnel y caminamos un poco hasta llegar a estas escaleras que nos depositaron de nuevo en la ciudad de Castro:
Y así cruzamos de nuevo Castro Urdiales en sentido contrario, más por el centro, pero sin poder evitar acercarnos en algunos puntos al mar y poder jugar un poco con la cámara y su velocidad de obturación😅:
Anduvimos unos 15 km, en un día nublado pero con buena temperatura, en el que pudimos oxigenarnos, casi en solitario, descubriendo lugares que no sabíamos que existían pese a vivir a poco más de media hora...
Os dejo un mapa orientativo de la ruta que hicimos: