19/11/2025

SEDANO- COVARRUBIAS- SANTO DOMINGO DE SILOS- SASAMÓN (BURGOS)


Continuamos con el relato que empecé aquí, a propósito de un fin de semana que pasamos por Burgos, celebrando el cumpleaños de mi marido. 
Como os conté, ese sábado por la mañana nos levantamos, desayunamos, vimos el pueblo y sus salinas y subimos al Castillo de los Rojas. Estábamos en Poza de la Sal.
Desde ahí nos fuimos a Sedano. A la entrada del pueblo está la cascada de Lagos. Dejamos el coche en una plaza y fuimos andando 200 m. Ya dije que en este viaje tenía especial interés en fotografiar cascadas y en Burgos hay muchas. Esta tenía bastante agua así que disfruté a tope. El rincón era francamente idílico, con el agua fluyendo  por debajo de un puente medieval:
Nos fuimos al centro del pueblo. Aparcamos delante del ayuntamiento. Estuvimos un rato hablando con un señor que nos explicó dónde estaban las cosas importantes para ver, además de la cascada. Incluso fue a su casa a buscar un folleto explicativo que nos regaló. También nos recomendó dónde ir a comer. Cuando le hablamos del restaurante del pueblo torció el morro, nos dijo que mejor nos fuéramos a Tubilla del Agua y como para ver la iglesia de Sedano había que subir un rato y era la hora de comer, cogimos el coche y nos fuimos a comer al 'Carretera y Manta' donde nos dijo el señor. Comimos bien. En frente del restaurante la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción:
Después de comer, siempre intentamos hacerlo rápido, que hay mucho que ver, regresamos unos 7 km hasta Sedano, aparcamos en el mismo sitio y nos subimos andando a la iglesia de Santa María, a apenas 500 m por una pista bastante empinada. Un árbol amarillo me impidió hacer una foto en la que se viera la puerta principal que era bien bonita, renacentista, sin esculturas pero muy elegante. Salvo por eso, la iglesia en aquel entorno me gustó mucho:
El señor también nos dijo que nos acercáramos a la Necrópolis, muy cerca de la iglesia y, claro, lo hicimos. Allí nos empezaron a caer las primeras gotas de la tarde y ya no dejó de llover hasta el día siguiente. Era suave pero constante. En la Necrópolis se aprecian claramente, sobre todo, 4 sepulturas de diferentes tamaños. Hay más, pero están total o parcialmente rotas:

Nuestro siguiente destino fue Covarrubias, aproximadamente 90 km al sur de Burgos. Pasamos por Burgos ciudad, bueno, por la circunvalación, y no entramos porque ya hemos estado otras veces y teníamos poco tiempo, así que fuimos directamente a Covarrubias. Seguía lloviendo pero no nos asustó, que somos de Cantabria, oiga. Con nuestro paraguas fuimos, lo primero, a ver la iglesia parroquial de San Cosme y San Damián, hoy ex-colegiata:
Cuando llegamos estaba lloviendo, así que nos pareció buena idea ver, lo primero, la colegiata (ex) por dentro. El retablo me recordó  al de la iglesia de mi pueblo, por la disposición de las esculturas, por su color,... También entramos a ver el museo, con obras de Berruguete y el famoso tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, y el claustro (me gustan mucho los claustros a mí 😏), pequeño, renacentista:
En él está el sepulcro de la infanta Cristina de Noruega, cuñada de Alfonso X el Sabio, con una historia muy curiosa y muy triste: se casó con el infante Felipe de Castilla (hermano de Alfonso X el Sabio) y murió 4 años después, con 28, sin descendencia, unos dicen que de melancolía y otros que de frío. El caso es que en el claustro está su sepulcro con una lápida conmemorativa que recuerda estos datos:

La iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural, y pese a ser como muy sobria, me parece que tiene mucho encanto:

Junto a  esa iglesia está el Torreón de Fernán González, también catalogado como Bien de Interés Cultural. Dicen que aquí estuvo encerrada doña Urraca, hija del Conde Fernán González:

Continuamos paseando por el pueblo y siguiendo a un grupo numeroso de turistas, acabamos saliendo del recinto amurallado por esta puerta, la norte, situada en el edificio del Archivo del Adelantamiento de Castilla, hoy sede de la oficina de Turismo, calificado también como Bien de Interés Cultural y declarado Monumento Histórico-Artístico (me llamó la atención el enrejado de las ventanas 😏):

Cuando dimos por vista la villa medieval de Covarrubias, decidimos ir hasta la ermita de San Olav, a 3 km del casco histórico, con su propia historia y leyenda. Como ya dije, desde Noruega vino la Princesa Kristina para casarse con Felipe de Castilla, pero murió 4 años después, con 28. Hizo prometer a su esposo que construiría una ermita en honor a San Olav, rey y santo de su Noruega natal, muy venerado allí. Pero Felipe también murió pronto y no le dio tiempo a cumplir con su palabra... Muchos años después, en 2011 se inauguró este edificio singular, una capilla de hierro y madera, donde el altar tiene forma de barco bikingo, donde no se profesa una religión determinada, sino que las admite todas y donde se celebran actos de intercambio cultural entre España y Noruega. El campanario está un poco apartado y es un buen mirador de la zona. Es la única ermita vikinga en España:
Desanduvimos los 3 km, el primero desde la ermita por una pista en muy mal estado, y ya nos fuimos a nuestro siguiente hotel, reservado en Santo Domingo de Silos, a poco más de 20 km, y que estaba justamente enfrente del Monasterio. 
Al hacer el check-in nos dijeron que enseguida era la hora en la que los monjes benedictinos del monasterio cantaban gregoriano y se podía asistir. Llevamos las maletas a la habitación y fuimos a verlo. Un primor, la verdad, al día siguiente volvimos otra vez por la mañana. Es paz. Dimos una vuelta por el pueblo, tomamos una cañita y nos fuimos a cenar al hotel que estaba a tope. Cenamos muy bien. Al día siguiente nos levantamos y lo primero abrimos persianas (sí, había persianas 👏) y vimos que el cielo estaba completamente azul. Queríamos hacer una ruta, el desfiladero de la Yecla y era importante que no lloviera, así que... felices bajamos a desayunar y nos fuimos al inicio de la ruta, a tan solo 3 km del monasterio.
Este desfiladero tiene 600 m de longitud y más de 100 m de altura. Es uno de los más estrechos de España, en algunos puntos hay que agacharse un poco para librar alguna roca, pero es muy fácil y seguro, lo pueden hacer niños, gracias a los puentes y pasarelas colgantes:
El angosto desfiladero es el resultado de la erosión que durante millones de años, un afluente del río Mataviejas ha realizado sobre estas rocas calizas. En algún tramo el sol nunca llega al fondo del cañón:
La verdad es que impresiona por la estrechez y la altura de sus paredes. Ahora llevaba poco agua, pero no pude dejar de pensar cómo se pondría aquello cuando llueva mucho, aunque las señales y marcas de ramas atascadas parecían indicar que no sube mucho el caudal...:

Cuando se acaban las pasarelas hay una subida a  la carretera por la que habíamos pasado primero en coche, pero avanzando un poco hay otro sendero con pasarelas de madera, abierto, como un paseo por la orilla del río, que nos permitió alargar un poco la excursión, que somos andarines. Ese sendero creo que continua hasta Santo Domingo de Silos, no estoy segura. En el medio entre uno y otro paseo está esta imponente figura, el Buitre, homenaje a las aves necrófagas que hay en la zona: 

Sí, vimos muchas aves carroñeras sobrevolándonos. A simple vista no supe distinguirlos, pero hice esta foto a una de ellas y creo que es un buitre leonado también: 
Cuando acabamos la ruta volvimos a Santo Domingo de Silos para ver el monasterio (volvimos a entrar en la iglesia para oír de nuevo a los monjes y sus cantos gregorianos, maravilla) :
Como teníamos que esperar a la hora de apertura, aprovechamos para dar un paseo por el pueblo. Muy cerca del monasterio está el lavadero público, hoy cubierto por un tejado (justo detrás está la Puerta de la Muralla. La atravesamos y no nos dimos cuenta de que muy cerca está la Espada del Cid 😩):
Otra vista del Monasterio benedictino y la iglesia:
Enfrente está la iglesia parroquial de San Pedro:
Anduvimos un poco en busca del Rollo Jurisdiccional de Santo Domingo de Silos. Son columnas de piedra que indican que el pueblo tenía plena jurisdicción para administrar justicia, símbolo de autoridad y que a veces se usaba para exhibir a los condenados. Aunque fueron abolidos, algunos pueblos lo conservan como monumento histórico (en estos días he visto unos cuantos):
Llegamos a la otra puerta medieval del pueblo, donde se ve un trozo de la muralla. Llama la atención la anchura de la misma, llega a tener 2,30 m:
De vuelta a la zona del monasterio, me asomé a la verja de la Hospedería de Silos donde se puede orar, reflexionar,..., todo en un ambiente de paz y serenidad (hay que reservar y ser admitidos):
A la hora de apertura (creo recordar que los domingos abren a las 13:00) unos cuantos estábamos a la puerta. Lo primero se visita el claustro, considerado una obra maestra del románico en España. Es de doble planta y dentro del jardín hay un ciprés de más de 130 años y más de 30 m de altura que se ha convertido en el icono del monasterio, símbolo de eternidad y trascendencia:
Los techos de las galerías son...:
Asomarse por cualquiera de sus arcos te transporta a un mundo de paz:
Y ver el gusto con el que se diseñaron y construyeron las columnas, los capiteles, los relieves de las esquinas, hace tanto tiempo (siglos XI y XII) me parece alucinante:
Con la entrada (4 €) también se visita la Botica y el Museo:

Bueno, con pena dejamos el monasterio cuyo claustro me pareció espectacular y fuimos a comer en un restaurante de la Plaza Mayor, muy bien, bueno, como todo lo que hemos comido en estos días (morcilla, lechazo, setas,..., en ese plan). Habíamos pensado ir al Cementerio de Sad Hill donde se grabó la escena final de la película 'El Bueno, el Feo y el Malo', cuya publicidad está por todas partes, pero leí que la pista para llegar estaba en muy malas condiciones y al final no fuimos.
Así que ese día, domingo, sin hacer sobremesa, nos fuimos a Territorio Artlanza, a 30 km, en Quintanilla del Agua. Se trata de un espacio arquitectónico y cultural donde un solo hombre, Félix Yáñez (escultor), crea un poblado utilizando productos reciclados. Tras pasar por taquilla (10 €), lo primero que encuentras es un lugar donde se ve un video en el que el autor explica cómo, cuándo y por qué comenzó con esta aventura. Después a pasear y observar cada rincón de este poblado tradicional castellano, sus calles y soportales:
Teatro, corral de la comedia, donde en verano se celebran espectáculos:
Escuela, panadería, bodega, fragua, río, puente, ermita,..., plazas, corrales, barriadas,...,todo con  un realismo indiscutible:
Todo este entramado sigue creciendo, ahora está trabajando en una zona infantil, con edificios de Disney, figuras de dibujos infantiles,..., otro mundo:
Entiendo el valor y el trabajo de este proyecto, pero a mí se me hizo un poco pesado, la verdad, demasiadas cosas para ver... 😔.
Nuestra siguiente y última parada, ya de vuelta a casa, Sasamón, a menos de 80 km. Lo primero fuimos a ver el Arco de San Miguel de Mazarreros, a 1 km del centro histórico. Es lo que queda de la iglesia de un pueblo desaparecido a finales del S XV. Situado en mitad de un campo, sin más, esta considerado un monumento en peligro (y tanto, a mí me dio un poco de penita verlo tan desprotegido, mucho está durando...):
Nos acercamos al pueblo, a la iglesia de Santa María la Real, enorme (es la tercera más grande de Burgos), resultado de largas obras entre los siglos XII y XVII, ejemplo del estilo gótico castellano y muy bonita (hice una panorámica y me quedó un poco rara, la verdad 😊):
Por un lateral (que no daba el sol):
Cuando llegamos estaba cerrado, pero 2 chicos habían llamado a una señora que abrió y pudimos verlo por dentro. El claustro también me maravilló. Lo han restaurado recientemente, sustituyendo por madera algunos de sus elementos. Me encantaron sus elegantes arcos apuntados:
Aunque este es pequeño, se nota la influencia de la catedral del Burgos o la de Pamplona:
Otra de las joyas que guarda la iglesia es esta Pila Bautismal renacentista con relieves evangélicos:
La señora nos dijo que no dejáramos de acercarnos a la ermita del Humilladero (ya lo llevaba apuntado) y que, como estaría cerrada, miráramos por las pequeñas ventanas con rejas de la puerta para que viéramos la Cruz del Humilladero, que le estaría dando la luz por la ventana😲. Es una cruz de más de 6 m de altura, como un árbol que representa la historia de la redención humana y es considerada una de las mayores  joyas de la cristiandad, perfectamente conservada gracias a la protección de la ermita:
La ermita de San isidro que la aloja es muy sencilla:
Ahí terminaron las visitas de nuestra excursión de fin de semana largo por tierras burgalesas. Hay mucho por ver en esta provincia vecina. Ya nos vinimos para casa con muy buenas sensaciones.
Acabo con una lista de los lugares visitados y un mapa orientativo del recorrido de estos últimos 2 días, desde las afueras de Poza de la Sal (castillo de los Rojas) hasta llegar a casa:
  • Castillo de los Rojas (Poza de la Sal)
  • Cascada de Lagos (Sedano)
  • Sedano
  • Tubilla del Agua (comida)
  • Covarrubias
  • Ermita de San Olav
  • Santo Domingo de Silos (hotel, comida y cena)
  • Desfiladero de la Yecla
  • Territorio Artlanza
  • Arco de San Miguel de Mazarreros
  • Sasamón 
  • Ermita de San Andrés o del Humilladero

11/11/2025

PUENTEDEY- POZA DE LA SAL (BURGOS)

Hoy os voy a contar nuestra última escapada de fin de semana largo. Desde hace unos años celebramos el cumple de mi marido de esta forma (el año pasado estuvimos por Galicia, viendo  la Ribeira Sacra, como os conté aquíaquíaquí y también en este post), otro año viendo los faros del País Vasco,...) Hasta última hora no teníamos muy claro a dónde iríamos, así que no me ha dado tiempo a prepararlo como a mí me gusta, pero bueno, como tenía varias cosas en esa carpeta en la que siempre cuento que tengo sitios guardados que me gustaría ver... hice una recopilación rápida, y al final me salieron más cosas de las que nos daría tiempo a ver. Sobre la marcha y en función de la hora, el tiempo,... fui estableciendo prioridades y esto pudimos ver...
Salimos el jueves por la tarde, después de comer, y fuimos por Selaya a la Vega de Pas y subimos el puerto de la Braguía y el puerto de las Estacas de Trueba. Hacía mucho que no pasaba por este último y me sorprendió (cuanta curva 😱), no lo recordaba así, la verdad. En mi familia se dice que da gusto llevarnos a mi hermana y a mí a cualquier sitio: siempre es como si fuera nuestra primera vez y allí lo vi clarísimo.
Bueno, he de decir que en este viaje quería hacer fotos de cascadas (he visto que por Burgos hay muchísimas) y las quería hacer con efecto seda. Nuestra primera cascada fue esta, la del Pardo, muy cerquita de la carretera, de la BU-570
Poco más adelante está la de Guarguero, uno de mis apuntes en esa carpeta de cosas pendientes desde hace años:
Pasamos por Espinosa de los Monteros y llegamos a Puentedey, un bonito pueblo donde quise reservar hotel pero no encontramos nada, así que lo reservé en Brizuela, a 2 km, y después de un corto paseo, ya de noche, nos fuimos para allá. El hotelito era muy sencillo, pero con mucho encanto. Llegamos sobre las 9, pensando que allí podríamos cenar, pero no, ni allí ni en Puentedey, que nos dijeron en el hotel que estaría todo cerrado (temporada baja), así que la única opción era Villarcayo, la capital de la comarca de las Merindades, en la que nos encontramos, donde cenamos muuuuy bien. Al día siguiente, viernes, después de un desayuno espectacular en el hotel (todo casero) nos fuimos a Puentedey para ver lo que no nos dio tiempo el día anterior.
Lo primero nos acercamos a esta ventana, por si era la principal vista del pueblo, aunque ya intuíamos que había árboles que habían crecido demasiado, como así era, pero bueno, buscando el ángulo... pude capturar y enmarcar el puente, la iglesia y la Casa Torre de los Brizuela:
Nos acercamos al famoso puente natural bajo el que fluyen las aguas del río Nela:
En esta zona, este no es el único ejemplo de complejo kárstico. Muy cerca está Ojo Guareña, que como ya hemos estado muchas veces, esta vez no fuimos, pero es uno de mis lugares favoritos del mundo y me trae uno de los mejores recuerdos de mi adolescencia 😌 (Foto rescatada de hace años):
Después subimos a la parte alta del pueblo, justo encima del puente, donde está la zona medieval, con sus construcciones típicas de las Merindades: la iglesia de San Pelayo, el palacio de Fernández de Brizuela, el museo de los Bolos, el Potro, el Molino, un conjunto histórico que han hecho que Puentedey esté incluido en la lista de 'Pueblos más bonitos de España':
Subimos al Mirador de San Andrés para una vista más general del pueblo y su entorno y de la Vía Verde Santander-Mediterráneo que justo pasa al lado de Puentedey:
Desde allí nos fuimos a ver la cascada de La Mea, muy famosa. Ya nos habían dicho en el hotel que estaba seca porque recoge el agua de lluvia y de nieve del barranco del mismo nombre, o sea, que lleva agua en invierno y primavera. Pero como nos comentaron que la zona era bonita y sabíamos que está cerca de la carretera (a 200 m andando), nos acercamos (está a 1,5 km de Puentedey) y esto encontramos. Ni gota de agua, pero pudimos imaginar la cortina que se formará en sus mejores momentos:
Y ya que estábamos allí seguimos en el coche unos 650 m hasta lo que llaman el Pozo del Infierno, en Quintanilla Baldebodres,  una surgencia de agua que ese día estaba cubierta de hojas de los árboles de alrededor. Lo más bonito, el pequeño molino:
Para nuestro siguiente destino, el Monasterio de Rioseco, regresamos a Puentedey. Cuando estuvimos por la mañana no había nadie por el pueblo y una hora después, al pasar en el coche, vimos una multitud por debajo del puente (al que madruga...😉).
Como he dicho, nuestra próxima visita era el Monasterio de Santa María de Rioseco. Me encantó, mi visita preferida en este viaje. Volvimos a pasar por Villarcayo, y a unos 20 km está el Monasterio, bueno, lo que queda de él. Aparcamos cerca, en una zona señalizada, un poco antes de llegar al comienzo de la subida al Monasterio. Hay otro parking arriba, junto a las ruinas, pero la cuesta para llegar está un poco deteriorada.
Lo primero que se ve son auténticas ruinas del edificio, con una torre que parece que están reconstruyendo, y un aspecto de total deterioro:
Yo había visto fotos así que no me desanimé ante semejante desastre, continuamos hacia arriba y pegado encontramos esta otra parte del edificio que parece estar en mejores condiciones:
Entramos y, dejando a la izquierda una tienda de recuerdos y colaboración, se accede a las distintas estancias. A partir de ahí se hizo la magia. Aquel día, a aquella hora, la luz era tan especial...:
Daba igual para dónde miraras, te podías imaginar la vida entre aquellos muros, podías ver a los 'monjes blancos' paseando, rezando, meditando, bajo aquellos arcos:
Pero no todo ha sido paz y amor a lo largo de la historia... El altar de la iglesia, por ejemplo, nos habla del esfuerzo por parte del colectivo 'Salvemos Rioseco' para restaurar y recuperar el monasterio, para evitar el expolio y terrible deterioro sufrido hasta ahora:
También vimos la cilla o almacén de los monjes, tan importante para su supervivencia.
Llegamos a ver el claustro de los monjes desde este ángulo. No pude evitar hacer esta foto (no me gusta mucho salir en ellas, pero esto lo merecía, así que busqué dónde posar la cámara 📸 y... 😏)
También pudimos ver los jardines de estilo renacentista que Jesús Calleja y su programa 'Volando voy' ayudó a construir. Paseé entre las plantas y arbustos, viendo cómo se llamaba cada especie allí cultivada, que siempre me surgen dudas... Me gustó mucho:
En cada dependencia había carteles informativos con curiosidades que nos hicieron pasar un rato muy entretenido, la verdad. Hay visitas guiadas en la temporada estival, a nosotros no se nos arregló 😥, pero seguro que serán muy interesantes.
Contar aquí la historia del Monasterio sería muy largo y seguramente no lo haría con la exactitud que se merece, por lo que si os interesa podéis iniciaros a través de este enlace, y si tenéis ocasión, no dudéis en visitarlo, está abierto todos los días:
Cuando salimos de allí era la hora de comer, así que sobre la marcha busqué un sitio para comer cercano a nuestro siguiente destino y eso hicimos. Comimos en Valdenoceda, muy bien, y rápidamente volvimos al inicio de nuestra pequeña ruta del día, las Pasarelas de los Hocinos, 1 km más atrás, a unos 7 km del Monasterio.
Anduvimos unos 8 km, ida y vuelta, por la orilla del río Ebro:
Se atraviesa un bosque, que, como todos en esta época, tenía un color ocre espectacular, en todos sus tonos. Era ese momento en el que los árboles todavía no han tirado todas su hojas, parte de ellas verdes y parte amarillas, naranjas, marrones,..., el suelo cubierto de una bonita alfombra,... En fin, todo eso que tanto me gusta:
Y, claro, cuando el relieve del entorno no deja sitio para sendero, se salva con pasarelas metálicas (de ahí su nombre 😉😊😄):
El puente donde se empieza esta ruta, el Puente del Aire, también ofrecía una imagen preciosa, su reflejo en las aguas del Ebro cerraban el círculo:
Esta ruta forma parte de otra mucho más larga, el Camino Natural del Ebro, GR 99, que va desde su nacimiento en Fontibre hasta su desembocadura en el Delta del Ebro, 610 km después. A nosotros nos sirvió para estirar un poco las piernas, pero tampoco nos llamó demasiado la atención, salvo por el color.
Desde allí nos fuimos a ver la ermita de San Pedro de Tejada, considerada como la obra de arte románico más importante de Burgos, construida con sillería de gran calidad, detalle que se aprecia cuando lo ves. Es de propiedad privada, por lo que no se puede visitar sin acordarlo con los dueños. Formaba parte de un monasterio desaparecido. Para llegar tuvimos que subir andando una cuesta, atravesar un prado y bajar por un callejo para encontrarnos que estaba vallado:
Para regresar, apostamos por otro camino que nos llevó mucho más rápido hasta el coche.
Otro sitio que queríamos ver, y al poder ser de día (quería hacer la foto de la cascada) era la de la Poza del Peñón de Tobalina, a poco más de 30 km, y que está muy cerca de la carretera. Nosotros ya lo vimos hace años con mucho agua, pero ese día apenas caía... Aún así, hice algunas fotos chulas: 
Nuestro último objetivo, antes de ir a Poza de la Sal, donde teníamos reservado el hotel, era el Castillo de las Cuevas. Es muy curioso. Lo comenzó a hacer en los '70 un señor de 42 años que vivía en Vizcaya, utilizando cantos rodados del río Nela. Lo hacía en fines de semana y vacaciones. Murió 20 años después, sin acabarlo, pero su hija y su yerno continuaron con el proyecto. Emula a un castillo medieval con sus 4 torres almenadas. Es visitable, pero hay que consultar horarios:
Cerca de esta zona está otro pueblo, Frías, que también merece la pena visitar. Nosotros no lo hicimos esta vez porque ya estuvimos hace años, esta foto es de entonces:

Ese día, desde el Castillo de las Cuevas nos fuimos ya para el hotel en Poza de la Sal, a unos 34 km. Llegamos de noche, tomamos posesión de nuestro aposento, cenamos en el restaurante del hotel y nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo. No había nada, así que nos volvimos al hotel para descansar y al día siguiente, sábado, después de desayunar allí mismo, salimos a ver el pueblo. Lo primero la Plaza Nueva, con su templete y sus vistas sobre la Bureba:
De esta plaza salimos cruzando el Arco del Conjuradero o la Puerta de la Concepción (por debajo del reloj) a la Plaza Vieja: 
Y junto a esta plaza (hoy llamada de Alejandro Rodríguez), está la iglesia de San Cosme y San Damián:
Dando la vuelta a la iglesia encontramos la Plaza de la Villa, con el ayuntamiento y la oficina de Turismo, emplazados en edificios singulares:
Poza de la Sal es el pueblo natal de Félix Rodríguez de la Fuente, un carismático naturalista, polifacético, estudioso y amante de los lobos y autor de documentales como la serie El Hombre y la Tierra, emitida en muchos países y totalmente vigente hoy en día. No pudimos evitar buscar (y encontrar) la casa donde nació:
Después de callejear un rato entre las casas del pueblo, salimos a la zona de las salinas. El cese de la explotación tuvo lugar en los años 70, pero todavía se pueden apreciar los pozos, las piscinas, las galerías, las terrazas,..., aunque han hecho algunas obras de restauración y mantenimiento para su correcto entendimiento: 
Salimos de nuevo por la zona de los lavaderos, donde está la Fuente Vieja o Fuente Buena:
Y desde allí, un poco en alto, alcanzamos a ver el Monumento a Félix Rodríguez de la Fuente acariciando a su gran amigo el lobo ibérico, donado por Iker Casillas de Cuarto Milenio. Una estatua parecida hay en la campa del Palacio de la Magdalena en Santander, supongo que por la relación que siempre tuvo con la ciudad (su padre, notario, trabajó aquí, en Cantabria):
Regresamos al hotel para recoger el coche pasando por la Plaza Nueva. Un último vistazo a este pueblo medieval:
Más tarde, ya en el coche, subimos hasta el Castillo de los Rojas, a 2 km del pueblo, con un buen aparcamiento (al seleccionar fotos para este reportaje me he dado cuenta de que no hice fotos del Castillo, y como me parece que faltaría una parte importante de la historia, me he tomado la licencia de publicar esta del Portal de Turismo de Castilla y León). Encaramado en un peñasco, se entiende muy bien su función de protección del pueblo ante cualquier incursión, sobre todo en los tiempos en los que las salinas eran un bien muy preciado:
Esta foto ya es mía, bueno, de mi marido, que siempre aprovecha mis momentos más bajos (las escaleritas de piedra se las traía, menos mal que el tramo era corto y bien protegido😅):
Una vez que llegamos arriba, las vistas sobre el pueblo en forma de triángulo y sobre la comarca de la Bureba son espectaculares (con la flecha blanca señalo el hotel en el que pernoctamos esa noche del viernes):
Hacia el otro lado las vistas son bien distintas, tierras rojas, muchos barrancos, no toda la Bureba es llana:
Desde el Castillo de los Rojas, seguimos adelante otros 30 km hasta nuestro siguiente objetivo, Sedano, pero eso os lo cuento en esta otra historia, Sedano- Santo Domingo de Silos- Sasamón ...
En resumen, estos son los sitios que vimos en estos 2 días:
  • Cascada del Pardo
  • Cascada Guarguero
  • Puentedey
  • Brizuela (hotel)
  • Villarcayo (cena)
  • Mirador de San Andrés
  • Cascada La Mea (sin cascada)
  • Pozo del Infierno
  • Monasterio de Santa María de Rioseco
  • Valdenoceda (comida)
  • Pasarela de los Hocinos
  • Ermita de San Pedro de Tejada
  • Cascada de la Poza del Peñón de Tobalina 
  • Castillo de las Cuevas
  • Poza de la Sal (hotel y cena)
  • Salinas
  • Castillo de los Rojas
Y este es el mapa del recorrido que hicimos entre el jueves por la tarde, viernes y sábado por la mañana, a modo orientativo: