26/06/2025

PLAYA DE LOS TRANQUILOS- PLAYA DE LOREDO- PUENTE DE SOMO


Hoy comienzo esta historia desde una playa que, sin duda, está en un lugar privilegiado de la costa de Cantabria. Creo que esté en el top 3 de las preferidas de mi hermana (no me extraña). Transmite calma, paz, serenidad,... es la playa de Los Tranquilos.
Debido a que son las playas más cercanas a mi casa, tengo muchas fotos de la zona, hechas a distintas horas, con diferentes estados del cielo, así que puedo intercalar alguna que no se corresponde con la hora a la que hice la ruta andando, como es el caso de la siguiente foto, hecha desde esta playa en el momento de una puesta de sol sobre la ciudad de Santander, que siempre es un espectáculo:
Desde la parte más occidental de esa playa de los Tranquilos se suben unos 'escalones' de roca y arena, se atraviesa un pequeño bosquecillo, una zona dunar y enseguida esas serenas aguas a nuestros pies y la playa de Somo al fondo:

Avanzando un poco más ya tenemos la vista completa de la playa de Loredo, la de mi infancia, normalmente muy tranquila, con una zona de rocas (las que se ven en la esquina inferior de la derecha) donde se formaban pozas cuando bajaba la marea, lo cual la hacía muy entretenida, sin peligro. Lo pasé muy bien allí...:
Seguimos avanzando. Otra vista del arenal:

Pasada la entrada principal a la playa de Loredo, con un amplio aparcamiento, comienza el primer tramo de pasarela de madera:

Más adelante hay otros tramos de pasarela que han tenido que ir renovando porque, a veces, algún temporal se los lleva. Son importantes para evitar dañar la zona dunar. En algunos puntos esa pasarela longitudinal tiene salidas (o entradas) a la playa: 
Con vistas como estas, con la isla de Santa Marina y el mirador de los Tranquilos al fondo, la playa de Loredo en todo su esplendor y el pequeño río de Castanedo aportando sus aguas al mar:

Esta ruta se puede hacer por la playa (salvo un tramo entre los Tranquilos y Loredo si la marea está alta), pero yo ese día fui por las pasarelas lo que pude y por senderos por detrás o por encima de la playa, siempre respetando la zona:
Al pasar lo que llamamos la curva, entre las 2 playas, se vuelve a atravesar otro bosquecillo, con su maravillosa sombra:

Con senderos que te elevan lo suficiente como para ver esto, las playas, las dunas de la curva de Somo-Loredo y por detrás, la pasarela:

Avanzando entre caracolas:
Sin poder evitar asomarme a cualquier mirador de mi playa de referencia:

Desde donde también pasear la vista por la costa de Santander, con sus 2 faros, el de cabo Mayor y el de Mouro:

Nos acercamos a la playa de Somo y al pinar de Arna:

Cualquier 'rabo de zorro' nos sirve para enmarcar el islote la Corbera donde se asienta el faro de Mouro:
Los carismáticos y espigados pinos nos cuentan dónde estamos, sin dudas. Mirando desde la playa de Somo, son inconfundibles:
En frente, el Palacio de la Magdalena. Sí, entre los pinos:
Al final del sendero, Somo. Llegamos (más o menos) a la pista de Skate y el parking de Somo:
A partir de ahí, callejeando por la zona más comercial del pueblo (restaurantes, bares, negocios de surf,...), volví a tomar el paseo que, bordeando las dunas, llega hasta el embarcadero:
El puente sobre la ría de Cubas, que separa Somo de Pedreña, bajo el cual recorren sus últimos metros las aguas del río Miera:
Y sí, ya estamos en el muelle de Somo, en el embarcadero de donde acaba de salir una barca de los Reginas, la cual, llegará hasta Santander, parando también en Pedreña:
Aquí no me queda más remedio que poner esta foto que hice ese mismo día pero mucho más tarde, cuando ya volvía a casa. Y es que ese puente de Somo, ese muelle, con  la escultura 'Los Adioses', despidiendo durante todo el día a tantos pasajeros y peregrinos, es bonito a cualquier hora:
Otro día, estuve paseando por la parte alta de Somo, lo que llaman Somoboo, desde donde se tiene otra perspectiva de la zona, con el Embarcadero del Rey a esta otra parte del puente:

También desde este alto se ve el Puntal en su conjunto, apreciando el extra de encanto que da a la bahía de Santander, al fondo:

Detalle del final de la lengua de arena. Casi en la punta está el embarcadero donde cada verano las lanchas de Los Reginas llegan cargaditas de santanderinos para pasar un bonito día de playa:
Volví otra vez a Los Tranquilos, donde tenía el coche, y esperé un poco para ver esta puesta de sol, que llenó la playa de preciosos reflejos (después pararía en el puente de Somo para hacer la foto de 'Los Adioses'): 
Finalmente, añado un mapa orientativo de la ruta, pero teniendo en cuenta que al pasar por los bosquecillos al principio y al final de la ruta, no se ven los senderos por lo que es aproximado. En total fueron casi 10 km, ida y vuelta, pero muy fáciles, os animo a hacerlo: 

12/06/2025

PECHON: PENÍNSULA ENTRE RÍAS


Todos sabemos que en Cantabria no siempre hace sol, así que he decidido hacer este post con fotos en las que el cielo amenaza lluvia. En realidad, y aunque, en efecto, el cielo estaba muy oscuro, también hubo ratitos en los que salía el sol, dando al paisaje aún mayor belleza si cabe...

Ah, se me olvidaba... estas fotos están hechas en enero 😉😄

Aquel día, vacaciones de Navidad, bajamos de  Reinosa y decidimos comer en Pechón, en el restaurante que hay junto al camping Las Arenas, donde tan agradables días pasamos durante varios años con un grupo de amigos. Desde la entrada nos asomamos para ver la Ría de Tina Mayor (os enseñé la ruta de Tina Menor aquí). Es la desembocadura del río Deva, que ese día estaba color de chocolate, frontera entre Cantabria y Asturias. Aunque en la foto no se ve con claridad, en la esquina de abajo, a la derecha, está la playa del Pedrero, más amplia con marea baja, claro. Su arena no es muy fina (son guijarros, cantos rodados) y su acceso no es fácil (hay que bajar por un sendero), pero es muy tranquila, para algunos un paraíso:
Y ya que estábamos allí, decidimos dar una vuelta por el acantilado de Pechón. Aunque se puede bajar por el camping hasta la playa de las Arenas, y continuar después por el borde de la costa,  nosotros fuimos en el coche por la carretera hasta Pechón, recordando cuando, estando alojados en el camping, por la noche íbamos andando al pueblo mientras se contaban historias de miedo. Entramos hasta el aparcamiento que hay junto a la playa de Amió, y desde allí continuamos andando, ya que parecía que el tiempo nos daba una tregua.
El litoral abrupto:
Pero de gran belleza:
Hay varias playas pequeñitas que ya dan a mar abierta (las Arenas, Pechón, Arama), por lo que no siempre son tranquilas. Pero a mí, la que me parece que tiene mayor encanto es la Playa de Amió, que con marea baja forma un tómbolo hasta las lastras que hay delante:
Por pista asfaltada y entre prados, llegamos al Castillo  de Berón, construido en lo alto de una atalaya. No se puede visitar (es propiedad privada), pero por la imagen que ofrece, con su puentecillo de madera y el acantilado que lo rodea, merece la pena acercarse. Ese día, además, pudimos disfrutar de una variedad de colorido, tan pronto parecía que iba a 'caer la mundial' como salía un 'sol de brujas' que modificaba hasta el color del mar:
Mirando hacia atrás desde el castillo:
Seguimos avanzando:
Ya veíamos el monte Jorca, intuyendo la cercanía de la Ría de Tina Menor:
Y enseguida la ría entre árboles:
Entre pinos atisbamos el monte Jorca en la Sierra de Jerra con la ría y la playa del Sable casi cubierta por la alta marea: 
Hacia el mar Cantábrico esto...:
Y hacia la ría...:
Un día de invierno oscuro, amenazante, pero de una clara belleza. Cantabria también es esto y todo, siempre, hermoso, ¿no os parece?:
Llegamos hasta una casa que hay encima de la ría, donde se acababa el camino y ya nos volvimos por pistas entre prados, un poco más alejados de los acantilados, un  paseo corto, muy agradable!!!
Es la parte de costa más occidental de Cantabria, quizás la menos conocida para mí por cuestión de distancia, pero me parece espectacular. 
No lo puedo definir como ruta, apenas anduvimos 4 km, pero sí que voy a poner el mapa orientativo del paseo, como siempre:
*____En coche desde el camping hasta el parking de la playa de Amió

*____Paseo a pie




02/06/2025

RÍA DE TINA MENOR- PLAYA DE BERELLÍN


Aquel día de septiembre, hicimos una de las rutas que teníamos pendientes desde unos meses atrás: después de bajar de algún monte, entramos en Pechón, Cantabria, para recordar otros tiempos en los que tan bien lo pasábamos en el camping Las Arenas. Y una cosa llevó a otra y al final... bueno, eso es otra historia (próximamente) y ya pensamos en que había que hacer esta, la de la Ria de Tina Menor. Así que...
Dejamos el coche en Prellezo, junto a la iglesia de Santa Eulalia y comenzamos la ruta en dirección a la playa de El Sable. Dejamos el pueblo atrás y nos acercamos al monte Jorca para bajar a la playa por su borde Sur. La bajada, con vistas a los Picos de Europa nevados, ya era una maravilla:

Los hongos y su colorido animan la vista pero también nos hablan del daño que producen al árbol que le hospeda:

Y llegamos a la ría de Tina Menor con sus barquitos varados en espera de que suba la marea:

La marea estaba muy baja y pudimos recorrer la playa que se forma en la margen derecha de la ría de Tina Menor, donde desemboca el río Nansa. Estamos en la playa de El Sable. No lo conocía y me encantó. No sé cómo estará en agosto, pero aquel día la vi espectacular. Era pronto y casi no había gente, pero parece muy natural, casi virgen, con arena dorada en la orilla, rodeada por vegetación más o menos densa. Está muy protegida por la Sierra de Jerra, donde subiríamos más tarde. Bordeando la playa nos encontramos con una pequeña cueva que ofrece un marco incomparable a una playa y un mar Cantábrico que empezaba a subir:

También nos encontramos con pequeñas estructuras de madera, palos que alguien había tenido la idea de ir recogiendo de esta forma tan entretenida:

La marea seguía subiendo:

Agua serena, acristalada, donde la garceta se deleitaba con su propia imagen:

Después de pasear un rato por allí, buscamos por donde empezar a subir al monte de la derecha. Enseguida encontramos el sendero (se puede empezar más atrás, antes de entrar en la playa), conscientes de la velocidad a la que el arenal se iba cubriendo de agua:

Por la sierra, hay varias pistas que la van rodeando para subir entre eucaliptos y pinos:

Llegando a lo más alto y siguiendo hacia la izquierda, después de bajar unos escalones de madera y saliéndonos de la pista principal, llegamos a un mirador perfecto de la ría:
La marea ya había subido mucho y el agua del mar ya se mezclaba con el dulce del río. En frente, Pechón:

Volvimos a la pista principal, seguimos hacia la izquierda, otro tramo de escalones de madera, bajando hasta acercarnos al mar por la parte norte del monte:
Una cabra supervisó nuestro descenso:
Cabra, que si no nos veía aptos para seguir con la ruta, seguramente avisaría al grupo principal que estaba un poco más adelante, en la sombrita, para que tomara medidas:

Una vez pasado el control, continuamos bordeando la sierra de Jerra, sintiéndonos muy pequeños, esperando a que en cualquier momento apareciera el T-Rex...:
Continuamos bordeando la Sierra, viendo, más abajo, por donde después continuaríamos nuestra ruta, la Punta del Morro:
Efectivamente, después de rodear el monte y volver al punto donde comenzamos a descender hacia la playa del Sable, retrocedimos un poco y antes de entrar en el pueblo, tomamos otra pista que nos lleva hasta el borde del acantilado. Un banco con vistas, de esos que tanto gustan a mi hermana, nos invita al descanso:
El litoral, tan maravilloso como siempre en esta Cantabria nuestra, con los islotes de Pesués señalando la cercana entrada a la Ría de Tina Menor:
Nosotros seguimos ahora en dirección a la playa de Berellín, hasta donde llegamos haciendo otra ruta, la de SAN VICENTE DE LA BARQUERA- PLAYA DE BERELLÍN, para completar otro tramo de costa, pasando por varias ensenadas (la de la Mina, la de la Ballena (la de la foto), y la de Guadán), por aquí no muy redondeadas, más bien hirientes: 
Continuamos por pistas, a veces por sendas ligeramente marcadas en los prados, hasta llegar a nuestro objetivo, la playa de Berellín:
Vista desde esta parte, me sigue pareciendo preciosa, rodeada y como protegida por seres mitológicos, enormes (¿solo a mí me parecen cabezas y cuellos de tortugas gigantes estas formaciones kársticas?):
Mirando hacia atrás y a lo lejos, las  rocas que se ven en el mar, los islotes de Pesués, donde comenzamos esta ruta:
Por esta parte, muy cercana a la playa, hay grandes praderías con vacas disfrutando de ellas:
Nosotros por aquí, disfrutando también...: 
Pero algo pasó que parece que a mi marido no le gustó y empezó a correr...¿serían esos seres que parecían rodearnos y ahora nos perseguían desde el cielo? 
Bueno, y así, entre bromas y sin ningún problema, regresamos, ya por pistas mas interiores, hasta el pueblo de Prellezo, donde teníamos el coche. 
*Antes de terminar de contar esta ruta tengo que incorporar un anexo. Hace días, fuimos Angelines y yo a esta sierra de Jerra con la intención de llegar al Vértice Geodésico Jorca, que está en la parte más alta. No nos resultó fácil. Aparte de las pistas, lo demás está completamente cerrado por alambradas y vegetación. La llevé hasta el mirador de la ría, sitio que me parece impresionante, y después seguimos buscando el vértice. Lo teníamos más o menos ubicado pero ni lo veíamos ni encontrábamos la forma de entrar. Al final me metí como pude y lo vi. Las telarañas me rodeaban y toda clase de vegetación punzante casi me tapaba... Angelines pudo entrar un poco por detrás de mí y me hizo esta foto que demuestra lo contado:
Desde allí, yo muy satisfecha, bajamos hasta la playa del Sable, con alguna barquita menos:
Finalmente, y volviendo a la primera ruta, cogimos el coche y nos fuimos a otro mirador de la Ría de Tina Menor pero desde el otro lado. Está al borde de la carretera que va desde Pesués a Pechón y tiene esta vista del monte que habíamos rodeado (justo en la esquina de arriba está el mirador hacia este lado). Cerramos así el círculo, con vistas espectaculares desde las dos partes de la Ría de Tina Menor:
Por último, y como siempre, comparto un mapa que, como siempre digo, es orientativo, especialmente en rutas como esta, con tanto árbol que impide ver las pistas y marcarlas en el mapa (hay carteles que señalan la ruta de alrededor de la Sierra y el mirador de la ría). Aconsejo encarecidamente realizar esta ruta, es preciosa. Nosotros, en total, hicimos unos 15 km, y es poca altura  (el vértice marca 211 m de altitud, pero algún tramo tiene bastante desnivel) y se puede dividir en 2 partes: el monte y el acantilado. Hacedlo, no os vais a arrepentir: