02/06/2025

RÍA DE TINA MENOR- PLAYA DE BERELLÍN


Aquel día de septiembre, hicimos una de las rutas que teníamos pendientes desde unos meses atrás: después de bajar de algún monte, entramos en Pechón, Cantabria, para recordar otros tiempos en los que tan bien lo pasábamos en el camping Las Arenas. Y una cosa llevó a otra y al final... bueno, eso es otra historia (próximamente) y ya pensamos en que había que hacer esta, la de la Ria de Tina Menor. Así que...
Dejamos el coche en Prellezo, junto a la iglesia de Santa Eulalia y comenzamos la ruta en dirección a la playa de El Sable. Dejamos el pueblo atrás y nos acercamos al monte Jorca para bajar a la playa por su borde Sur. La bajada, con vistas a los Picos de Europa nevados, ya era una maravilla:

Los hongos y su colorido animan la vista pero también nos hablan del daño que producen al árbol que le hospeda:

Y llegamos a la ría de Tina Menor con sus barquitos varados en espera de que suba la marea:

La marea estaba muy baja y pudimos recorrer la playa que se forma en la margen derecha de la ría de Tina Menor, donde desemboca el río Nansa. Estamos en la playa de El Sable. No lo conocía y me encantó. No sé cómo estará en agosto, pero aquel día la vi espectacular. Era pronto y casi no había gente, pero parece muy natural, casi virgen, con arena dorada en la orilla, rodeada por vegetación más o menos densa. Está muy protegida por la Sierra de Jerra, donde subiríamos más tarde. Bordeando la playa nos encontramos con una pequeña cueva que ofrece un marco incomparable a una playa y un mar Cantábrico que empezaba a subir:

También nos encontramos con pequeñas estructuras de madera, palos que alguien había tenido la idea de ir recogiendo de esta forma tan entretenida:

La marea seguía subiendo:

Agua serena, acristalada, donde la garceta se deleitaba con su propia imagen:

Después de pasear un rato por allí, buscamos por donde empezar a subir al monte de la derecha. Enseguida encontramos el sendero (se puede empezar más atrás, antes de entrar en la playa), conscientes de la velocidad a la que el arenal se iba cubriendo de agua:

Por la sierra, hay varias pistas que la van rodeando para subir entre eucaliptos y pinos:

Llegando a lo más alto y siguiendo hacia la izquierda, después de bajar unos escalones de madera y saliéndonos de la pista principal, llegamos a un mirador perfecto de la ría:
La marea ya había subido mucho y el agua del mar ya se mezclaba con el dulce del río. En frente, Pechón:

Volvimos a la pista principal, seguimos hacia la izquierda, otro tramo de escalones de madera, bajando hasta acercarnos al mar por la parte norte del monte:
Una cabra supervisó nuestro descenso:
Cabra, que si no nos veía aptos para seguir con la ruta, seguramente avisaría al grupo principal que estaba un poco más adelante, en la sombrita, para que tomara medidas:

Una vez pasado el control, continuamos bordeando la sierra de Jerra, sintiéndonos muy pequeños, esperando a que en cualquier momento apareciera el T-Rex...:
Continuamos bordeando la Sierra, viendo, más abajo, por donde después continuaríamos nuestra ruta, la Punta del Morro:
Efectivamente, después de rodear el monte y volver al punto donde comenzamos a descender hacia la playa del Sable, retrocedimos un poco y antes de entrar en el pueblo, tomamos otra pista que nos lleva hasta el borde del acantilado. Un banco con vistas, de esos que tanto gustan a mi hermana, nos invita al descanso:
El litoral, tan maravilloso como siempre en esta Cantabria nuestra, con los islotes de Pesués señalando la cercana entrada a la Ría de Tina Menor:
Nosotros seguimos ahora en dirección a la playa de Berellín, hasta donde llegamos haciendo otra ruta, la de SAN VICENTE DE LA BARQUERA- PLAYA DE BERELLÍN, para completar otro tramo de costa, pasando por varias ensenadas (la de la Mina, la de la Ballena (la de la foto), y la de Guadán), por aquí no muy redondeadas, más bien hirientes: 
Continuamos por pistas, a veces por sendas ligeramente marcadas en los prados, hasta llegar a nuestro objetivo, la playa de Berellín:
Vista desde esta parte, me sigue pareciendo preciosa, rodeada y como protegida por seres mitológicos, enormes (¿solo a mí me parecen cabezas y cuellos de tortugas gigantes estas formaciones kársticas?):
Mirando hacia atrás y a lo lejos, las  rocas que se ven en el mar, los islotes de Pesués, donde comenzamos esta ruta:
Por esta parte, muy cercana a la playa, hay grandes praderías con vacas disfrutando de ellas:
Nosotros por aquí, disfrutando también...: 
Pero algo pasó que parece que a mi marido no le gustó y empezó a correr...¿serían esos seres que parecían rodearnos y ahora nos perseguían desde el cielo? 
Bueno, y así, entre bromas y sin ningún problema, regresamos, ya por pistas mas interiores, hasta el pueblo de Prellezo, donde teníamos el coche. 
*Antes de terminar de contar esta ruta tengo que incorporar un anexo. Hace días, fuimos Angelines y yo a esta sierra de Jerra con la intención de llegar al Vértice Geodésico Jorca, que está en la parte más alta. No nos resultó fácil. Aparte de las pistas, lo demás está completamente cerrado por alambradas y vegetación. La llevé hasta el mirador de la ría, sitio que me parece impresionante, y después seguimos buscando el vértice. Lo teníamos más o menos ubicado pero ni lo veíamos ni encontrábamos la forma de entrar. Al final me metí como pude y lo vi. Las telarañas me rodeaban y toda clase de vegetación punzante casi me tapaba... Angelines pudo entrar un poco por detrás de mí y me hizo esta foto que demuestra lo contado:
Desde allí, yo muy satisfecha, bajamos hasta la playa del Sable, con alguna barquita menos:
Finalmente, y volviendo a la primera ruta, cogimos el coche y nos fuimos a otro mirador de la Ría de Tina Menor pero desde el otro lado. Está al borde de la carretera que va desde Pesués a Pechón y tiene esta vista del monte que habíamos rodeado (justo en la esquina de arriba está el mirador hacia este lado). Cerramos así el círculo, con vistas espectaculares desde las dos partes de la Ría de Tina Menor:
Por último, y como siempre, comparto un mapa que, como siempre digo, es orientativo, especialmente en rutas como esta, con tanto árbol que impide ver las pistas y marcarlas en el mapa (hay carteles que señalan la ruta de alrededor de la Sierra y el mirador de la ría). Aconsejo encarecidamente realizar esta ruta, es preciosa. Nosotros, en total, hicimos unos 15 km, y es poca altura  (el vértice marca 211 m de altitud, pero algún tramo tiene bastante desnivel) y se puede dividir en 2 partes: el monte y el acantilado. Hacedlo, no os vais a arrepentir:


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