jueves, 11 de marzo de 2021

POTES- ERMITA VIRGEN DE VALMAYOR- PORCIEDA- TUDES- SIERRA VALMENOR

Esta fue otra de las rutas que hicimos en los días que pasamos por la zona de Liébana el pasado verano, el `1º de pandemia´, desde luego el mejor destino que pudimos escoger, sin duda. Espero que el próximo verano las cosas sean ya un poco diferentes🙏y que, aunque Potes siga siendo uno de los mejores destinos turísticos que podamos imaginar tengamos ya la libertad suficiente como para elegir cualquier otro sitio. Eso sí, si las cosas siguen dudosas, las montañas de Liébana son, como toda Cantabria, infinitas, y no dudaría en repetir.
Bueno, ese día, martes, nos organizamos pa hacer la ruta de la Virgen de Valmayor, que comienza en Potes, así que después de un buen desayuno en el hotel, fuimos en coche hasta un aparcamiento que hay en la N-621 y comenzamos el ascenso por la calle San Pedro. Al principio es una pista asfaltada con bastante pendiente y que enseguida nos permite estas vistas:

Una vez me contaron que la calidad del aire se veía por los líquenes que tuvieran los árboles. Si eso es así, estábamos en el mejor sitio porque los árboles lucían sus mejores galas:
Continuamos nuestra ruta, siempre con la cobertura y la tranquilidad que me da este señor, siempre con su GPS bien orientado:

Aquí los alcornoques son muy abundantes. De hecho se pasa por el alcornocal de Tolibes, el más extenso de la zona:
Desde algún claro se ve otra perspectiva de la subida al monte de la Viorna:

También se alcanzan a ver las ermitas de Santa Catalina y de San Miguel, en el entorno del Monasterio de Santo Toribio de Liébana (esta ruta os la conté aquí):

Un banco especial, de los que le gustan a mi hermana, con el pueblo de Potes al fondo:

Vista sobre Valmeo, la localidad de menor cota de altitud del municipio de Vega de Liébana: 

Y así continuamos por pistas de tierra, desviándonos un poco para ver las ruinas de lo que fue el monasterio medieval de Santiago de Porcieda, apenas unas piedras medio cubiertas por la vegetación:


Bajando y en una de las varias vueltas y revueltas de la ruta ya intuimos nuestro siguiente destino, Porcieda, un pueblo muy televisivo:

Porcieda es un pueblo abandonado y, precisamente por eso, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura rural lebaniega:
Este pueblo, objeto de varios reportajes en distintas televisiones, tiene muchas anécdotas que contar, algunas trágicas. Tras la guerra civil, sirvió de refugio para los maquis (guerrilleros clandestinos antifranquistas), fue punto de paso para los peregrinos que tomaban la ruta leonesa del Camino Lebaniego, zona de avistamiento de ovnis, su último vecino se quitó la vida, se puso en venta el pueblo entero con la intención de que se realizara una rehabilitación integral por lo que mantiene el suministro de agua y de luz,...
Construido con madera y piedra, las quimas de los árboles protegen a la vez que permiten una buena ventilación en lo que supongo que serían los desvanes de las casas, donde se almacenaban ciertas cosechas:
Al final del pueblo está la pequeña ermita de la Virgen de las Nieves, rehabilitada (por la otra parte se ve más claro 😃):
Después de pasar un rato fijándonos en las casas y pensando en las historias que se desvanecen entre unos muros que luchan por mantenerse en pie, continuamos hacia Tudes, otro pueblo de montaña, singular, habitado (no todas sus casas),...:
...Pero que se ha sabido adaptar a los tiempos actuales, con perfecta convivencia entre las labores tradicionales y el turismo rural. Ejemplo de este turismo rural son estos apartamentos, la Casa de las Chimeneas, antiguas casas rehabilitadas, con todas las comodidades:
Nos tomamos unas cervezas en la famosa Taberna del Inglés, bueno, en la calle, en un banco que hay junto a la pared, por el tema del covid y no lo vi por dentro por ese mismo tema, pero creo que es muy especial.
Después de descansar un rato retomamos nuestra ruta, camino de la Sierra Valmenor. Enseguida tomamos altura para ver Tudes desde lo alto:
Las vistas son espectaculares:
Por esos montes vimos algo que nos llamó mucho la atención. Los árboles parecían robles pero nunca habíamos visto bolitas rojas como estas. Después me he enterado por Vicente, que tiene muy buenos contactos, que no son frutos ni semillas; lo llaman "agallas" y son como pequeños tumores que se forman para proteger los huevos de algunos insectos. Por lo visto son muy comunes pero yo no los había visto nunca:
Estábamos por encima de la Cruz de la Viorna:
En un paraje realmente idílico, sólo herido por la mano del hombre (o más bien por sus máquinas):
En cualquier momento podíamos asomarnos y ver la naturaleza en estado puro:
Y cruzando montes, entre tantos árboles, ya vimos el tejado de la ermita de la Virgen de Valmayor llegando, eso sí, justo por el lado contrario al que comenzamos la ruta:

Ya sólo nos quedaba el km que faltaba para bajar hasta Potes por el mismo camino que habíamos subido y completar una ruta de monte, de unos 16 km, no demasiado complicada, con alguna subida fuerte y de gran belleza. 
Por si a alguien le interesa, nosotros, más o menos, seguimos la ruta que encontramos en este enlace, publicada por Chicho y Toñi.
Y este es el resumen de las rutas que hicimos ese verano del 2020, `1º de pandemia´ por la zona de Liébana:
  • Potes y miradores:



No hay comentarios:

Publicar un comentario