Pues esta vez me he animado con otra receta de empanadillas. A mí, aunque en realidad no las hago con mucha frecuencia, me gustan de cualquier forma y manera, con cualquier relleno (aunque creo que mis favoritas son en versión dulce: rellenas de cabello de ángel, del que hacía mi madre, que, por supuesto, yo no he conseguido ni siquiera aproximarme).
En esta otra entrada os conté como las hago rellenas de verdura. Versión quizás un poco más light, aunque esta no es mucho más contundente. Ya veréis. Ah, y es fácil, muy fácil y con muy pocos ingredientes.
Ingredientes:
No pongo cantidades porque dependerá de los comensales que seamos y si pretendemos que sea un entrante, o un plato principal, o .... Yo hice 24 empanadillas (1 paquete y medio) porque no me entraron más en la bandeja del horno.
Las obleas hay que dejarlas a temperatura ambiente un rato antes de usarlas.
Os expliqué como hacía la cebolla caramelizada en la receta de la morcilla con tomate (aquí). Después de hecha, con cuidado de que no se queme, la ponemos en un colador para que escurra bien.
Los mejillones los lavé con agua, les quité lo más gordo (o sea, sin demasiado esmero) y los abrí al vapor (os conté cómo lo hago aquí y aquí, en las recetas de mejillones sin valva y mejillones en salsa, respectivamente). Picamos los mejillones en 3 o 4 partes (según tamaño) y lo mezclamos con el queso de untar (al gusto, pero a mí me gusta que se vean los mejillones, que no haya más queso que mejillones, no sé si me explico...).
Pues ya lo tenemos todo: las obleas aireadas, que por cierto, esta vez he leído en el paquete que los papelillos que las separan no son aptos para el horno, que yo creía que sí, así que puse papel vegetal en la bandeja y lo barnicé con un poco de aceite. También tenemos la cebolla caramelizada y escurrida y la mezcla de mejillones troceados y queso. Sólo nos queda montar las empanadillas.
Primero ponemos una cucharadita de cebolla:
Y encima otra cucharadita de los mejillones:
No se puede poner mucho relleno para poderlas cerrar bien, y esta vez vamos a darles forma triangular, juntándolas por el medio y apretando y doblando los bordes para cerrarlas, hacia las puntas:
Y las vamos colocando en la bandeja del horno. A mí me entraron 24. Las pincelé con el huevo batido y al horno precalentado arriba y abajo, a 200ºC durante unos 15 minutos (o hasta que se doren). Ya sabéis que cada horno es un mundo. Yo siempre pongo la temperatura en mi horno, que es bastante viejo, aunque va muy bien, pero si es de aire siempre son unos 20 grados menos:
El resultado debe ser algo parecido a esto:
- Obleas de empanadillas.
- Mejillones.
- Queso de untar (Philadelphia).
- Cebolla caramelizada (aquí).
- 1 huevo (para dar brillo).
No pongo cantidades porque dependerá de los comensales que seamos y si pretendemos que sea un entrante, o un plato principal, o .... Yo hice 24 empanadillas (1 paquete y medio) porque no me entraron más en la bandeja del horno.
Las obleas hay que dejarlas a temperatura ambiente un rato antes de usarlas.
Os expliqué como hacía la cebolla caramelizada en la receta de la morcilla con tomate (aquí). Después de hecha, con cuidado de que no se queme, la ponemos en un colador para que escurra bien.
Los mejillones los lavé con agua, les quité lo más gordo (o sea, sin demasiado esmero) y los abrí al vapor (os conté cómo lo hago aquí y aquí, en las recetas de mejillones sin valva y mejillones en salsa, respectivamente). Picamos los mejillones en 3 o 4 partes (según tamaño) y lo mezclamos con el queso de untar (al gusto, pero a mí me gusta que se vean los mejillones, que no haya más queso que mejillones, no sé si me explico...).
Pues ya lo tenemos todo: las obleas aireadas, que por cierto, esta vez he leído en el paquete que los papelillos que las separan no son aptos para el horno, que yo creía que sí, así que puse papel vegetal en la bandeja y lo barnicé con un poco de aceite. También tenemos la cebolla caramelizada y escurrida y la mezcla de mejillones troceados y queso. Sólo nos queda montar las empanadillas.
Primero ponemos una cucharadita de cebolla:
Y encima otra cucharadita de los mejillones:
No se puede poner mucho relleno para poderlas cerrar bien, y esta vez vamos a darles forma triangular, juntándolas por el medio y apretando y doblando los bordes para cerrarlas, hacia las puntas:
Y las vamos colocando en la bandeja del horno. A mí me entraron 24. Las pincelé con el huevo batido y al horno precalentado arriba y abajo, a 200ºC durante unos 15 minutos (o hasta que se doren). Ya sabéis que cada horno es un mundo. Yo siempre pongo la temperatura en mi horno, que es bastante viejo, aunque va muy bien, pero si es de aire siempre son unos 20 grados menos:
El resultado debe ser algo parecido a esto:
Se pueden comer frías o calientes (yo las prefiero frías). Así que todo son ventajas, las puedes preparar con antelación, o llevarlas de picnic... pero sobre todo, disfrutarlas, que están muy ricas:
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