En efecto, no puede ser más sencillo de hacer y, además, sólo lleva 3 ingredientes (más el azúcar glass, para adornar, pero es opcional). Ahora está muy de moda, algunos dicen que es la tarta más sencilla y más rica del mundo. Si la hacéis veréis que es cierto.
- 160 gr. de chocolate.
- 160 gr. de queso de untar (tipo Philadelphia).
- 4 huevos.
- Azúcar molido (opcional).
Lo primero, derretimos el chocolate en el microondas, poco a poco. Yo lo puse primero 20 segundos, lo miré y después otros 10 y ya lo tenía.
Untamos un molde (yo de cristal de 20 cm.) con mantequilla.
Separamos las yemas de las claras. En un bol mezclamos las yemas y el queso de untar.
En el bol grande, montamos las claras a punto de nieve como expliqué aquí: Empezamos batiendo despacio hasta que salga un poco de espuma, seguimos batiendo a máxima velocidad hasta que se formen puntas rígidas que se mantengan en las varillas.
Incorporamos las claras a punto de nieve a la mezcla del chocolate, el queso y las yemas, con cuidado para que no se bajen (con movimientos envolventes).
Vertemos la mezcla en el molde engrasado.
Lo metemos al horno precalentado a 180º, calor arriba y abajo, y con una bandeja con agua (unos 2 dedos), para hacerlo al baño María. Lo dejamos 15 minutos, lo bajamos a 170º, otros 15 minutos, lo apagamos dejándolo dentro del horno otros 15 minutos y ya lo tenemos.
Si vemos que se dora mucho por arriba lo tapamos con papel de aluminio. A mí no me hizo falta.
Lo dejamos enfriar un poco, pasamos un cuchillo por el borde y lo damos vuelta con un plato (se despega muy fácil).
Ahora le damos otra vez la vuelta al plato de presentación (para que lo dorado quede arriba).
Cuando esté frío lo cubrimos con azúcar molido si queremos. Es mejor poner el azúcar cuando lo vayamos a comer porque si no os pasará como a mí: le hice la víspera (de San José), le eché el azúcar por encima y al día siguiente había desaparecido (se lo comió la tarta, que es muy golosa), lo tuve que volver a poner a la hora de comerlo (de cenar para ser exactos).
El resultado es un pastel jugoso, fino, suave y muy sabroso, nada empalagoso, de una textura parecida al puding.
Sólo le encuentro una pega, y es que no sale muy grande, que por una parte está bien, que hay que cuidarse, pero cuánto le hubiera gustado a mi madre comer más....
Animaros a hacerlo, 3 ingredientes nada más. No os vais a arrepentir!!!
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