viernes, 31 de diciembre de 2021

ARGÜESO-CRUZ DE FUENTES-ROPERO-CAMINO-ARGÚESO

Con las primeras nevadas del pasado mes, me vino a la memoria esta ruta que hicimos en febrero de este 2021 y que se me fue quedando atrás hasta el punto de que pensé que narrar este post en verano no tenía mucho sentido. Pero aquí está, en una de mis carpetas.
Se trataba de hacer una excursión en torno al Castillo de Argüeso que tenía ojeado desde hacía años pero que nunca se había presentado la ocasión. En realidad se tenían que alinear varios factores. Me explico: yo veía el castillo cuando subíamos a Brañavieja o a la estación de esquí de Alto Campoo desde Reinosa (por donde hemos hecho alguna otra ruta como esta del Pico Tres Mares, por si os gusta la nieve 🏂) encaramado en una loma y siempre pensaba que me gustaría verlo con nieve, la justa, claro, para poder hacerlo sin complicaciones y, además, queríamos ir un día con buen tiempo. O sea....😅 
Pues se dieron todas las circunstancias aquel domingo  de febrero y para allá que nos fuimos. Buscamos una ruta asumible, siempre con la duda de la cantidad de nieve que nos encontráramos, con la opción de volver para atrás en cualquier momento pero con la idea de hacerla circular, saliendo del Castillo hacia la Cruz de Fuentes, subir al pico Ropero, bajar por Camino, el pueblo más alto de Campoo de Suso, para terminar en el Castillo de Argüeso, donde teníamos el coche.
A las 10:30 de la mañana hice la primera foto:

No sabíamos exactamente por donde comenzaba la ruta así que preguntamos a un señor del pueblo y enseguida cogimos rumbo, pudiendo ver el castillo desde otra perspectiva:

A su alrededor todo estaba helado, con cristales bien hermosos, con el peligro que eso supone, pero nosotros íbamos con mucho cuidado por las rodadas más limpias:

Enseguida comenzamos a tomar altura y empezó la fiesta:

Todo estaba tan blanco, tan bonito... pero que duro debe ser vivir o trabajar con esas temperaturas, donde la nieve apenas se puede agarrar a un lado del palo que señala una ruta:

Donde los arboles apenas pueden sostener su peso, tras perder todas sus hojas:

Pero donde el ganado tiene asegurada su reserva de agua para cuando el calor apriete:

Nosotros continuamos nuestra ruta, a veces con la impresión de que entramos en el Más Allá del Muro 😱:


Pero no fue un muro de hielo lo que nos encontramos. Llegamos al llamado Portillón del Hito Helao, con su sufriente alambrada que a duras penas resiste los envites del temporal:

Viendo ahora las fotos me doy cuenta de que en algunas el cielo sale muy oscuro, amenazante, pero tengo que decir que aunque no lo parezca hacía resolillo (en la foto anterior se ve la sombra de las estacas y en esta la sombra de Jose), en ningún momento tuvimos sensación de que nos pudiera ni siquiera llover:

Continuamos nuestra ruta. A estas alturas ya sólo encontramos huellas de otras 3 personas con un perro. No los veíamos pero estaba claro que no hacía mucho que habían pasado:

Donde los valles permitían el crecimiento de bosques, el color cambiaba un poco:

Pero las cimas estaban espectaculares:

A lo lejos ya alcanzamos a ver la famosa cruz de Cruz de Fuentes:

Esta franja a media altura era el camino que acabamos de recorrer:

Y por fin llegamos a la cruz de la Cruz de Fuentes. Yo he oído hablar muuuucho de esta cruz, que por ahí pasa el recorrido del Soplao!!! No sé por qué no tengo ni una foto con la vista de la cruz por la parte que se ve el inscripción de frente 🙈. Sí, pone 1990, supongo que el año en el que la colocaron allí:

Esto es lo que marca exactamente el alto de la Cruz de Fuentes, un cruce de varios caminos, a 1270 m. de altura:

Y este es mi maridito junto a la señal del Soplao (a la derecha la pista que siguen a Ozcaba):

Pero nosotros no íbamos para Bárcena Mayor ni para Ozcaba. Este era el camino que debíamos seguir:

No sé si se apreciará en la foto la forma del hielo que, de manera milagrosa, se mantiene pendiendo de las ramas de los árboles: son verdaderos cuchillos acrobáticos:

Y esto la preciosidad de paisaje que habíamos recorrido desde la Cruz:

Los arbolitos más tiernos apenas podían soportar el peso de la nieve:

Un poco más allá otro más fuerte luchando en soledad contra los elementos, manteniendo apenas la verticalidad: 

Y siguiendo la pista que se ve en la foto anterior, llegamos a la señal que nos confirmó que seguíamos la ruta acertada, el que nos indicó que nos quedaban 2,4 km para el Alto Ropero, nuestro siguiente destino:

Pues nada, continuamos:

Aunque todo a nuestro alrededor parecía inhóspito, incapaz de dar alimento alguno, los cerramientos para ganado nos demostraban otra cosa:

Enseguida alcanzamos a ver el embalse del Ebro:

La pista que habíamos seguido estaba muy clara desde esta perspectiva, el paisaje que lo rodeaba espectacular:

4 horas después de empezar la ruta (sin prisa y con fotos😅), llegamos al Pico Ropero marcado por un vértice geodésico, a 1492 m de altura:

Desde allí, la vista del embalse del Ebro era casi completa:

Esto ya lo he visto en más lugares nevados, pero no deja de sorprenderme: el aire, el frío y la precipitación construyen un paisaje natural impresionante:

A partir de ahí solo nos quedaba bajar, pero empezaron las complicaciones. El GPS de mi marido tuvo problemas para encontrar la localización exacta y no sabíamos por donde bajar, ya que no se veía ni se intuía ningún camino. De hecho, en esta foto siguiente, en la que se ve Reinosa al fondo, íbamos andando por encima de arbustos tapados por la nieve y no veíamos por donde seguir:

Al final ya encontramos lo que suponíamos que sería un sendero, pero para bajar a él yo tuve algunos problemillas😱. Mi marido tan feliz....:

Fuimos bajando y perdiendo altura con lo cual había menos nieve y la vegetación también cambió:

Por fin vi la luz al final del túnel (o sea, vi clara la ruta) y ya me pude relajar y  hasta entretenerme con el hielo formado en una fuente que encontramos. Nos costó partir con el palo la capa superior de más de 1 cm de espesor: 

En la falda del Ropero vimos Camino, que, con sus 1070 m. de altitud, es el pueblo más alto de Campoo de Suso:

La bajada hasta el pueblo estaba ahora muy clara:

Media hora más tarde llegamos abajo, donde confluían muchos regatos de agua que al deshacerse la nieve buscaba la forma de llegar al arroyo de la Gorgolla, junto al cual comimos un bocadillo:

Atravesamos el pueblo sin estarnos, que en febrero los días son cortos. Continuamos por un callejo bastante embarrado en dirección a Argüeso pasando junto a la desviación para el Poblado Cántabro, un parque-museo arqueológico que teníamos intención de visitar pero no tuvimos tiempo.
Llegamos a la iglesia de Santa María de Argüeso a las 17.45:

Nos dimos una vuelta por el pueblo aprovechando las últimas luces del día y subimos de nuevo al castillo, donde teníamos el coche, cuando empezaban a iluminarlo:

Esta es una ruta muy bonita, si os gusta la nieve, de casi 18 km. y tuvimos esa complicación, pero ya he visto que si hubiéramos desandado un poco al llegar al Ropero, hubiéramos tomado la ruta sin dificultad.
Y con ella me despido de este año, que ha tenido de todo, bueno y malo, pidiendo que el próximo nos traiga, sobre todo, salud!!!