domingo, 25 de junio de 2023

POZO TREMEO- RUMOROSO (POLANCO)

Un día oí hablar en la radio del Pozo Tremeo como un lugar de interés turístico, digno de ser visitado, de hecho está declarado Área Natural de Especial Interés y forma parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria. Y yo nunca había oído hablar de él 😓. Inmediatamente busqué su situación en el mapa y la forma de hacer una ruta que pasara por él. Claro, lo encontré, organicé la ruta y en cuanto pudimos, lo hicimos. Decisión acertada. Os cuento...
Hay un senda que bordea el Pozo (por donde se puede) partiendo de Rumoroso, localidad a la que pertenece, en el municipio de Polanco, de menos de 2 km, con carteles indicativos e informativos, pero a nosotros, que nos va la marcha (literal), nos parecía poco y decidimos hacerlo empezando en el Santuario de la Virgen de Valencia, en Vioño, Piélagos, y así 'daba de comer a 2 pájaros con el mismo panecillo' 😉, porque este santuario también estaba en mi carpeta de sitios a visitar: fue construido en homenaje a la talla de una Virgen que encontraron dentro del tronco de un árbol que estaba ardiendo y a la que llamaron 'la quemada'. En principio fue un humilladero pero dada la afluencia de peregrinos, fueron ampliando en varias ocasiones hasta llegar al edificio actual:
A su alrededor hay amplias zonas de recreo y aparcamiento, así que allí dejamos el coche. Bajamos hacia el centro de Vioño, viendo casas montañesas señoriales:
Pasamos junto a la iglesia de San Vicente, rodeada de plátanos:
Rodeando la iglesia, pasamos por debajo del puente de las vías del tren y enseguida nos metemos a la izquierda en dirección al cementerio de Vioño, adentrándonos en el monte, que creo que es entero de eucaliptos:
Aunque buena parte de la ruta se hace por pistas asfaltadas o al menos en buenas condiciones, también pasamos un pequeño tramo de esta guisa (hay que tenerlo en cuenta si ha llovido):
Al acercarnos al Pozo ya nos encontramos con indicaciones como esta:
Atravesamos túneles de vegetación con buenas labores de mantenimiento:
Sin embargo, ya en las bajadas finales al Pozo, nos pareció que esas labores eran un poco escasas. Las escaleras, de madera, acordes con el entorno, estaban un poco deterioradas:
Justo cuando llegamos al borde del agua nos pareció que estaba algo sucio, pero supongo que al ser aguas estancadas o, por lo menos con poco movimiento, y siempre respetando el medio ambiente, tendrá que ser así:
Bordeando el Pozo, vimos estas hermosas gallinas, que no son precisamente de las especies propias y particulares de este entorno (no tuvimos la suerte de ver ningún miembro de la fauna tan especial que habita en este rincón, alguno de ellos protegido), pero sin duda su brillante plumaje deja claro que se están criando en un ambiente sano, ¿no os parece? :
Y llegamos al 'mirador-embarcadero' del Pozo Tremeo. Aquí las cosas eran bien distintas. Nos encontramos ante el único lago de origen natural de la costa cántabra, resultado de un colapso del terreno. Tiene unos 11 m de profundidad máxima y unos 75 m de largo por 60 de ancho. Recibe agua del monte circundante y es origen del arroyo Salín:
Hay varias leyendas a su alrededor, como la que dice que en su fondo descansan los cuerpos de 2 enamorados que se cayeron desde el tronco de un árbol inclinado. También servía a los vecinos para predecir el tiempo según la dirección en la que se acercara a la orilla una bola de tierra y maleza que tiraban en el centro y que siempre se iba hacia los bordes... A mí me dio serenidad:
A pesar de que el agua se veía oscuro, se distinguía perfectamente la abundante flora acuática bajo la superficie:
Después de un rato por allí, nos salimos hacia Rumoroso y nos acercamos a la iglesia de San Andrés, con su particular campanario:
Volvimos hacia abajo, hacia Soña, hasta un parque con mesas de picnic donde comimos nuestros bocatas. Y desde allí cogimos otra pista desde la que se veían los cráteres de sondeo de Solvay (o lo que queda de ellos, que los están rellenando), pasando junto a algunos 😲, hasta entrar en el monte de nuevo:
Soledad, tranquilidad, persiguiendo mariposas,...:
...Hasta llegar al otro lado del monte, con vistas ya hacia Vioño y sus características torres  de la Cristalería Española de Vioño (que, por cierto, ya no están, las derrumbaron esta primavera):
Y bajamos hasta el Santuario de la Virgen de Valencia, donde habíamos dejado el coche por la mañana:
Junto al Santuario está el Centro de Interpretación del Valle de Piélagos, una casona de estilo montañés recientemente rehabilitada,  fue la primera escuela del pueblo:
Y así acabó nuestra ruta, sin poder ver el Santuario por dentro, ni el Centro de Interpretación (comprobar los horarios), después de 14 km, sin apenas desnivel aunque con subiditas y bajaditas por el monte, fácil de hacer aunque quizás el atravesar el monte (Valmoreda creo que se llama) sea un poco lioso porque hay varias pistas (nosotros llevamos GPS). De todas formas, se puede ver el Pozo Tremeo desde Rumoroso, sin complicaciones.
Yo dejo, como siempre, el mapa orientativo por si os sirve:


sábado, 10 de junio de 2023

PICOJENIRO- ABIONZO, VILLACARRIEDO- CANTABRIA

 


En uno de nuestros paseos habituales, nos encontramos un día con Paco. Nos dijo que había hecho una ruta fácil al Picojeniro ( en algunos sitios lo he visto escrito como Pico Jiniro 😕), sitio que yo no había oído ni siquiera nombrar. Ya en casa me acordé y lo busqué. Y lo encontré. En cuanto se dieron las circunstancias lo hicimos. Gracias Paco por la idea.
Nosotros comenzamos en Abionzo, un pueblo perteneciente al municipio de Villacarriedo de cuya capital (con el mismo nombre) lo separan unos 3 km. Así que estamos en plena comarca de Valles Pasiegos.
Vista de Abionzo según íbamos ascendiendo por pistas asfaltadas, pasando junto a la ermita de San Roque:

Pistas que llegan hasta las cabañas que se van repartiendo por las fincas:
Cabañas que no pueden tener mejores vistas, que, por su situación, nos muestran la dureza y dificultad de la vida de los ganaderos de la zona pero que, sin embargo, muchas de ellas hoy se han convertido en cabañas vacacionales, muy solicitadas por aquellos que necesitan desconectar en un ambiente tranquilo y rodeado de naturaleza:
Pero lo nuestro era otra historia. Para llegar a nuestro objetivo teníamos que subir esa cuesta tan pindia (sí, pindia, que soy de Cantabria 😊):
Las vistas desde media subida ya merecían la pena:
Detalle de una sección de esas vistas con la nieve al fondo, Picos de Europa, al tiempo que las montañas más cercanas ardían. Por cierto, cuando bajábamos en coche, ya de regreso, vi más de cerca esos incendios de la foto y aprecié algo que no había visto nunca: el humo, en lugar de subir para arriba o irse de lado (como en la foto), caía en cascada. Era un efecto precioso si no fuera por lo que significaba 😪:
Llegamos a lo más alto, llaneamos un poco y llegamos al vértice geodésico de Picojeniro, a 814,40 m sobre el nivel del mar. Allí comimos, usando el metro cuadrado de la base de hormigón como mesa donde disponer nuestros manjares (en mi caso, bocata de jamón y tomate, naranja, agua y cocacola):
Después de comer y pasar un rato maravillándonos con las vistas, continuamos con la ruta (dejando todo tan limpio y recogido como lo encontramos, claro):
No regresamos por el mismo lado, sino que seguimos de frente, hacia el este, como acercándonos a otras montañas nevadas que nos rodeaban, de más altura (hicimos la ruta en febrero), como Porracolina o el Picón del Fraile. 
Nosotros pasamos sobre alguna lengua de nieve helada que quedaba en estas lomas, pero apenas nada:
Pero el entorno....:
A la otra parte de esta primera cima redondeada, el Alto del Caracol:
El valle del Miera, con las casas de Merilla en primer lugar y Ajanedo al fondo, localidades del municipio de Miera, cerca de San Roque de Riomiera:
Y, como siempre, animales, caballos con las mejores vistas...:
...Y esta vaca sobre un extraño fondo. Nos llamó mucho la atención la morfología de esa ladera que ya habíamos visto desde el otro lado. Parecen surcos que se hubieran deslizado por la ladera abajo, muy igualados, casi milimétricos, como si hubiera pasado una segadora dejando las cambadas detrás. Si hubiera estado de otro color hubieran parecido terrazas de arroz:
Aproveché para practicar con los reflejos:
Pero, desgraciadamente, no todo era paisaje maravilloso... pasamos al lado de un monte cuyos pinos tenían este aspecto. Supongo que será el resultado del fuego de otro año (de este año creemos que no a juzgar por cómo estaba el suelo) pero yo tengo la duda de cuánto tiempo tardará en recobrarse 😰:
Por cierto, en la foto anterior, se ve de fondo y de derecha a izquierda, la super cuesta que subimos y la llanura en la que se encuentra el Picojeniro, seguimos hacia la izquierda para bordear ese valle (del río Rubí) que separa nuestro camino de subida y este de bajada.
La pista de bajada estaba muy clara:
Y enseguida empezamos a ver la inconfundible iglesia de Llerana, del municipio de Saro, donde el río Rubí, a nuestra izquierda, vierte sus aguas al río Llerana, afluente del Pisueña:
Bajando, otra vista del Picojeniro (la montaña marrón del fondo):
Y un poco antes de llegar al centro de Llerana nos desviamos por un camino a nuestra izquierda (hay un cartel que lo indica) para dirigirnos a Abionzo, donde teníamos el coche:
Cruzamos el Rubí por un puente de piedra y vemos cómo el agua se desvía para pasar por el molino, hoy restaurado como casa rural de alquiler vacacional con el nombre de Molino de Rubionzo: 
Atravesamos el robledal de la Zarrizuela y salimos de él con vistas de nuevo al Picojeniro, acariciado por el sol. En esta foto se ve la mayor parte del recorrido que hicimos:
Enseguida llegamos a Abionzo y  nos acercamos hasta la iglesia de San Cristobal:
Desde allí nos fuimos al bar del pueblo a tomar una caña y con la misma nos bajamos para casa.
Anduvimos unos 13 km, con un desnivel de subida de casi 700 m., es muy fácil y las vistas son espectaculares: Amplios y verdes valles a nuestro alrededor y montañas nevadas por detrás, más lejos hacia el oeste y casi tocándolas hacia el este. Aconsejo verlo en invierno, en cuanto la nieve a esa altura nos lo permita.
Añado el mapa de la ruta, que aunque no sea exacto, sí muy aproximado, por si a alguien le ayuda a situarse o como referencia: