martes, 15 de marzo de 2016

PAN CASERO FÁCIL, FÁCIL:

Hace tiempo que leía por las redes que mucha gente estaba probando a hacer pan casero y, como soy muy curiosa, he estado buscando hasta que encontré esta receta en la que no se necesita ningún tipo de aparato para amasar (es que ni se amasa), ni se tiene que dejar reposar, ni ná, es muy fácil de  hacer y el resultado, ya veréis, os va a encantar, sobre todo por la satisfacción de hacer tu propio pan.
Ingredientes:

  • 280 gr. de harina de fuerza.
  • 175 ml. de agua.
  • 1 cucharada de aceite de oliva.
  • 1 pastilla de levadura fresca (25 gr.)
  • 1 cucharadita de sal.
  • 4-5 cucharadas de semillas  (de lino, de amapola, de sésamo, pipas de girasol, de calabaza,...)
  • 1 puñado de nueces (opcional).
Lo primero, en un bol grande ponemos el agua con la cucharada de aceite y la cucharadita de sal y lo metemos al microondas 10 segundos (sólo templarlo).




Echamos la pastilla de levadura fresca y lo removemos hasta disolverla.










Añadimos la harina (pasada por un colador para tamizarla), las semillas (dejando unas pocas para adornar el pan por encima) y los frutos secos que queramos poner.










Mezclamos hasta que esté todo integrado.










Espolvoreamos la encimera con un poco de harina, ponemos la masa y con las manos le damos la forma que queramos: redonda, alargada,... Si vemos que está muy pegajosa añadimos un poco de harina y si vemos que se agrieta, agregamos un poco de agua.



Ahora necesitamos un recipiente apto para el horno que tenga tapa. Esta es la gracia de esta receta. Hemos de tapar el pan para que se forme vapor y consigamos una corteza triscante. Si no tenemos recipiente de cristal con tapa también podemos taparlo con papel de aluminio, y también creo (esto no lo he probado) que se puede hacer en bolsas aptas para hornear.


El recipiente lo engrasamos con un poco de aceite y la ayuda de papel de cocina y metemos la masa dentro. Le damos unos cortes con un cuchillo afilado, pincelamos con un poco de aceite y espolvoreamos con las semillas que reservamos.






Lo metemos tapado al horno que estará apagado (este es el otro quid de la cuestión: partimos de frío, al ir calentando poco a poco, ayudamos a que la masa suba, acelerando el proceso y por eso no necesitamos dejarlo reposar). 




Lo ponemos a 220º, calor arriba y abajo, en la parte central del horno, durante 45-50 minutos, hasta que la superficie esté dorada.


Lo sacamos, abrimos con cuidado de no quemarnos con el vapor. Podemos comprobar si está hecho, dándole unos golpes al pan por debajo al sacarlo: si está hecho sonará a hueco.











Lo dejamos enfriar sobre una rejilla:







Cuando esté frío, ya lo podemos cortar en rodajas. No tiene nada que ver con el pan blanco normal que comemos habitualmente. Las semillas, las nueces, le dan un toque especial.



Este fin de semana hice pan el sábado para cenar, lo acabamos  y el domingo volví a hacer (que a mi niña le gusta mucho y estaba aquí), pero cogí un trozo de masa y le metí dentro un trozo de chorizo, lo puse en otro recipiente de cristal tapado con albal y los horneé juntos. Quedaron perfectos.








El panecillo preñado estaba riquísimo!!!







Se puede comer sólo o acompañar con un buen embutido, o jamón, o hacer una tosta de lo que se nos ocurra y si, como yo, tenéis una mermelada casera, con un queso de vuestro gusto.... uhmmm, delicioso!!!!
También creo (no me ha dado tiempo a probarlo, porque siempre lo hemos acabado), que se puede congelar partido en raciones, se saca cuando se necesite y si lo pasas por el tostador, creo que la tostada está buenísima. La próxima vez que haga pan voy a hacer ración doble y hago dos al mismo tiempo, aprovechando mejor el horno, y congelo uno.
No dejéis de probarlo, la satisfacción de hacer tu propio pan, que además no da ningún trabajo, es un plus.

1 comentario:

  1. mar, yo lo hago con semillas de lino solo y esta muy ubeno

    ResponderEliminar