jueves, 28 de enero de 2016

BRENAS- RIOTUERTO

Como ahora los días son tan cortos y mi tiempo es limitado, pero sin poder resistirnos a la tentación de hacer una rutita de montaña, bueno, de montañina para ser exactos, nos hemos dedicado estos últimos sábados a quedarnos en las cercanías. Nuestra primera intención fue ir a lo que llaman el Bujirio porque me había hablado mi prima, pero no acertamos, así que subimos a Brenas que está en la zona. 
Y ahora, especialmente, me apetece publicar este post, porque una vez que parece que hemos pasado la terrible racha de incendios, aquí, en Cantabria, que ha asolado nuestros montes, y como me han dicho que esta zona estuvo afectada, pues me apetece que veáis el entorno que algún desalmado ha podido destrozar.
Dejamos el coche junto a la bolera del Barrio de Arriba y nos dirigimos hacia el sur hasta llegar a un monte de eucaliptos:
Serpenteando, sin dejar la pista principal, fuimos tomando altura. Así llegamos a la última casa habitada, con unos cuantos perros, cada uno de una raza, conviviendo en perfecta armonía (deberíamos aprender los humanos...). A partir de aquí la pista ya era más tipo callejo, o sea, sin piedra ajena, jajaja. Cuando ganamos un poco de altura y las vistas eran buenas nos sentamos a comer. No faltaron batallitas de mi marido y su bici por las laderas de enfrente.
Empezamos a rodear Brenas por la derecha, las marcas blancas y amarillas nos confirmaban el camino:
Cuanto más arriba,  más se abría a nuestros ojos el paisaje: Ceceñas, Solares, el Castillo, Peña Cabarga, Santander y su bahía, Cabo Mayor, el puente de Pedreña, Somo,...
 Al ir bordeando el alto, por la parte sur, la masa rocosa que hunde en el abismo al río Miera, entre Rubalcaba y Mirones , parecía al alcance de nuestras manos:
 El alto de Brenas es una suave loma herbosa, donde las vacas pastan sin preocupaciones, felices ellas!!
 Al continuar dando la vuelta, un oasis se presenta a nuestra vista. Se trata de una cabaña rodeada de un verde prado, que parece pintado en medio de aquella pradera, rodeado y perfectamente limitado por una pared de piedra. En un mapa de Google, Brenas se localiza rápidamente por este prado:
 Hacia el Sureste, la Sierra del Hornijo con las Porras del Mortillano, en la lejanía (en la foto, a la derecha, al fondo):
Tras deleitarnos con aquellas vistas, comenzamos a bajar, por caminos que parecían calzadas romanas:
Contemplando la irregularidad del paisaje, las muchas lomas, subidas y bajadas, nos damos cuenta de la dureza de vivir y trabajar en esta zona:
Las que disfrutan de libertad sin importarles la dificultad del medio en que viven, son las cabras:
Desde aquí, ya vemos el camino por el que subimos, que volvemos a coger. Cerrábamos la O. Detalle de la cabra blanca y negra. La divisoria de los colores era completamente recta, como hecho a regla. Digo yo que se sentirá como la oveja negra (o el garbanzo negro), sólo que en cabra, en blanco y quedándose a medias. 
Eso sí, nos sentimos vigilados todo el tiempo. Ellas nos acechaban!!!
Ya cogimos otra vez el camino por el que habíamos subido y volvimos al Barrio de Arriba, atravesando otra vez el monte y fijándonos en otros detalles que al subir no habíamos visto. Bonita y fácil excursión, nos salieron unos 12 km. y, desde luego, fue un placer para los sentidos. Espero que las llamas no se cebaran.


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