sábado, 27 de julio de 2019

PONTEVEDRA

El pasado año, cuando fui a Coruña con mi hija por estas fechas, dedique un día a visitar Santiago de Compostela (os lo conté aquí) y este año había organizado el viaje a Vigo, o sea, había buscado mucha información, como me gusta a mí preparar ese tipo de visitas culturales. Pero me empezaron a decir que no era muy bonito, que Ourense estaba muy bien pero hacía mucho calor y que Pontevedra también era muy bonito. Así que sobre la marcha busqué una oficina de información de la Xunta, la que no encontré otro año precisamente, pedí información y con un mapita de la ciudad y un recorrido aconsejado me fui en tren a Pontevedra. Elegí el jueves precisamente porque las previsiones meteorológicas eran de nublados, así que aproveché.
Después de desayunar me fui a coger un bus que me acercó a la estación de a Coruña, donde a las 9 salió el tren que va hasta Vigo, parando en Santiago, Villagarcía de Arousa, Pontevedra y Vigo. Hasta mi destino el viaje dura 1h 6 min. aproximadamente. Salí de la estación y en cuanto me situé y me orienté (cosa no muy fácil para mí 😅😅), en unos 15 minutos andando estaba en el centro. Pasé por la Fuente de los Niños:
Y enseguida llegué a la iglesia de la Virgen Peregrina, una capilla cuya planta tiene forma de concha de vieira. Está ubicada en el centro de la ciudad, en el camino de Santiago portugués y se puede subir al campanario todos los días excepto, precisamente, los jueves, pero el señor que estaba allí me dijo que no tenía vistas hacia fuera, lo único que se apreciaba era la forma de concha de su base. Me consoló. Para subir a la iglesia hay unas escaleras y en el centro una bonita fuente con 3 caños. Todo ello conforma un conjunto urbanístico de gran belleza, uno de los más simbólicos de Pontevedra :
Al lado está el convento de San Francisco, con 2 grandes sarcófagos en su interior:
Delante de las escaleras del convento están los Jardines de Castro Sampedro, con una preciosa fuente del S. XVI:

A partir de aquí empecé a seguir la ruta que me habían dado en la oficina de turismo. Me acerqué hasta el convento de Santa Clara que sin duda ha conocido tiempos mejores:
Mi siguiente búsqueda fue la iglesia de San Bartolomé, cerca de las Clarisas. Difícil de fotografiar por su tamaño, en un entorno de reducidas dimensiones, es espectacular, de estilo barroco:


Dentro, muchos retablos y esculturas, algunas de importantes autores como esta Magdalena atribuida a Gregorio Fernández (aunque no es seguro):

A un costado, un pasadizo bajo los arcos de los contrafuertes de la iglesia, te acercan al Sexto Edificio del Museo de Pontevedra:
Con mi mapa en la mano como en los viejos tiempos (los anteriores al móvil), intentando no perderme, me dirigí al río Lérez, con la intención de cruzarlo por el puente de Santiago y dirigirme a la Isla de las Esculturas. Cuando vi el edificio de la policía local supe que estaba en el camino correcto 😁:
La Isla de las Esculturas es un amplio espacio verde de ocio a orillas del río Lérez. Yo esperaba encontrar esculturas por aquí y por allá, pero no...:
Una de las esculturas es este banco con frases inscritas en él...:
Otra es esta cabaña construida respetando y adaptándose al entorno:
Otra obra era un laberinto (que por supuesto no visité,odio los laberintos),..., bueno, en total son 12 obras que por lo visto tienen gran valor (soy muy ignorante, sí, lo sé...), casi todas con un nexo común, la piedra gallega. No lo recorrí todo, que es muy grande y me quedaba mucha ciudad por ver, pero entiendo que es, además de un museo al aire libre, un sitio perfecto para pasear y hacer ejercicio:
Y, desde luego, habitat perfecto para animales como este pato:
Di una vuelta por la zona, donde se ubica el campus universitario, varios campos y pabellones deportivos además del Recinto Ferial y de los Pazos de Congresos y Exposiciones y de Cultura. Finalmente ya me fui hacia el Puente de Burgo, el más antiguo, construido por los romanos, de once arcos, y que, aunque estaba en obras pude cruzar para volver al casco viejo de la ciudad:
Siguiendo la ruta del mapa, llegué al entorno del Mercado Municipal, donde puedes comprar el pescado o marisco que quieras y en los restaurantes de la 1ª planta te lo cocinan. Un espectáculo:
Fuera, otro puesto: una señora da de comer maíz a unas gallinas, con la intención de venderlas a quien más ofrezca. Hace un siglo seguramente sería así. Hoy, un conjunto escultórico nos lo recuerda:
Cerca está la Plaza de Pedreira, llamada así por la actividad de talla de piedra que allí se desarrollaba. El Pazo de Mugartegui es el ejemplo más claro de la arquitectura urbana barroca y que hoy alberga el Consejo Regulador del vino de D. O. Rías Baixas: 
Saliendo bajo el arco que forma una casa, me fui hasta el Parador de Pontevedra:
Subiendo por una estrecha calle llegué a la Plaza de las Cinco Calles con un crucero del S. XVIII y la casa en la que vivió Valle Inclán (en la foto, la que está detrás del crucero). En esta pequeña plaza, bueno, como todas, que en Pontevedra hay muchas plazas y la mayoría son pequeñitas, en esta, decía, hay una terraza y me pareció el sitio perfecto para comer: solo me acuerdo de la oreja a la gallega, una exquisitez:
Mapa en mano, continué mi ruta hacia el Teatro Principal y Liceo Casino, reconstruido tras un incendio, con una buena acústica:
Ya me dirigía a la Plaza de España, cuando me encontré con esto, justo detrás del ayuntamiento. No había leído nada sobre ello y no lo entendía, así que foto y a buscar en casa: la escultura principal, la del hombretón 💪, se llama Fiel Contraste, y hace referencia a los funcionarios municipales de la Edad Media que tenían que comprobar los pesos y las medidas de las transacciones comerciales utilizando una balanza:
Ya en la Plaza de España, la Casa Consistorial, esos días adornada con la bandera multicolor, además de las columnas jónicas, los capiteles corintios, los dinteles de las ventanas, las balaustradas, el reloj central,..., o sea que motivos ornamentales no le faltan:
En esa misma plaza están las Ruinas de Santo Domingo, restos de un convento gótico del S. XIV, excepcional por los 5 ábsides de la cabecera de la iglesia:
Vista desde fuera:
Junto a la Plaza de España hay una alameda, un espacio arbolado al que da el Instituto Valle Inclán, toda una institución:
También están los principales edificios administrativos de Pontevedra como este Pazo que alberga a una de las sedes de la Diputación provincial (ese día tenía expuesta en los extremos una lista de las mujeres asesinadas en España😭):
Y entre los edificios y por detrás de ellos, los jardines de Vincenti, el Parque de Palmeras:
Por detrás de esos jardines está la Plaza de San José. Me topé con este grupo escultórico que recrea una tertulia de intelectuales gallegos, uno de los cuales, Manuel Quiroga, toca el violín. Hay 2 sillas vacías, las correspondientes a los dos que están de pie, con las que el autor quiere hacer un guiño a los transeuntes invitándoles a sentarse:
Pero no es casual el que esa escultura esté precisamente en esa plaza, ya que ahí está el emblemático Café Moderno, donde realmente se reunían los intelectuales de la época. Hoy aún existe la cafetería y, aunque se ha rehabilitado, conserva la esencia de antaño así como algunos de sus elementos originales: lamparas, espejos, pilares de hierro,... Un salto en el tiempo:
Allí cerca, desde arriba, se ve un río afluente de Lérez donde hay todavía algunas antiguas casas de pescadores, muy sencillas, de dos aguas. Vislumbré lo que pensé que era el Atlántico por la cantidad de agua que veía. Pues no, era el Lérez, próximo a su desembocadura y a la ría de Pontevedra, cruzado por la autopista del Atlántico:
Cerca, la plaza de toros:
Y volví a subir por la Alameda del Arquitecto Sesmero, una amplia avenida de tierra con varias filas de árboles:
Me fui hacia la Basílica de Santa María la Mayor en la Plaza Alonso de Fonseca. No pude resistirme a la tentación de entrar a la oficina de información turística que hay allí por si me aconsejaban ver algo diferente. Nada nuevo. Bueno, el chico me comento algo de la Virgen de la O, patrona de Pontevedra y embarazada. Ya la había visto en la iglesia de San Bartolomé, pero no me había dado cuenta de su embarazo. Antes de irme volví a pasar por allí pero ya estaba cerrada la iglesia. También me explicó el tema de los edificios del museo.
Bueno, ya estaba en el entorno de Santa María la Mayor, una iglesia con muchos títulos: es basílica, Bien de Interés Cultural, Monumento Histórico-Artístico y Real Santuario (que yo sepa...).
Es de estilo gótico y manuelino portugués como lo podemos ver en las cresterías o adornos geométricos y calados de la parte alta del edificio:

Pero la fachada que da a esta plaza, que pudiera parecer la principal y que a mí me dejó un poco 😳, no lo es. La fachada principal es la que da al oeste, con su amplia escalinata. Esta fachada parece un retablo con sus 3 cuerpos y abundante decoración alrededor de la puerta:
Esta fachada tiene muchas cosas que ver, pasé un buen rato sentada, buscando las distintas curiosidades: la dormición de la Virgen, el Calvario, las figuras de diferentes santos,... Pero quizás lo más llamativo sea la figura de San Jerónimo con gafas (a mí me parecieron gafas de piscina, ¿a vosotros?) y los bustos de Hernán Cortés y de Cristobal Colón como asomándose a la ventana: 
Siguiendo la ruta aconsejada pasé por la Plaza de Teucro en honor al personaje mítico que se dice fundó la ciudad. Seguramente es la más señorial de la ciudad, con unos cuantos escudos heráldicos. Pude ver algunos, pero estaban montando un templete y otras estructuras para alguna fiesta y no pude verlo a mi gusto. Otra vez será...
Por esta zona está la fachada principal del Teatro Principal y Liceo Casino que había visto por el otro lado:

Lo siguiente fue la Plaza de la Verdura (no precisa explicación) donde me llamó la atención la bonita ventana de uno de sus edificios, dividida en dos partes, con un rosetón en el centro (en la foto, a la izquierda, sobre un arco, haciendo esquina). Pues esa obra tan bonita estuvo tapiada....(🙆???):
Continué por la Plaza de la Leña. Ya dije que Pontevedra está llena de pequeñas plazas (y, para mí, un desmadre de calles, sin orden ni concierto😳😩😏). Esta de la Leña es la más pequeña y pintoresca de la ciudad. En el centro un crucero que ahora apenas se puede ver en medio de un sinfín de toldos:
En esta plaza están 3 de los edificios que componen el Museo de Pontevedra (esto no lo entendía yo muy bien, pero me lo explicó el chico de la oficina de turismo). Ese día estaban cerrados al público.
Continuando con las Plazas, después  pasé por la Plaza de la Estrella, donde está la peculiar casa de las caras y del extraño balcón:
Junto a la Plaza de la Estrella y la Plaza de Ourense está la Plaza de Ferreria, todas juntas, una de las más emblemáticas y testigo de toda clase de actos culturales y festivos de la ciudad y en cuyo suelo está inscrita la frase de la que los pontevedreses están tan orgullosos: "Pontevedra es buena villa, da de beber a quien pasa". Las 3 plazas están en la zona del convento de San Francisco:
Finalmente, me fui al Sexto Edificio del Museo de Pontevedra. Se llama así. Es que el Museo es una institución a la que han ido añadiendo edificios según han ido necesitando espacio para exponer. Este es el último, el sexto y se llama tal cual (los demás se llaman Pazo de Castro Monteagudo, de García Flórez, de Fernández Flores, las Ruinas de Santo Domingo,... Pues este último se llama Sexto Edificio, de construcción moderna y situado junto al edificio Sarmiento (el que faltaba).
Tiene unas 20 salas de exposiciones permanentes y temporales, con muestras de obras gallegas y españolas ordenadas por siglos: 
La verdad es que es enorme y no pude dedicarle el tiempo que me hubiera gustado porque se me echaba el tiempo encima, pero es cómodo de ver. Entre todo lo expuesto, que era mucho y muy variado, lo que más me llamó la atención fue esta escultura. Se llama "Adversidad y Muerte" y está esculpida en madera. Me pareció  de un realismo sobrecogedor (no sé qué superpoderes -lease sensibilidad- tendrán las manos capaces de hacer esto con la madera):
Y como ya era la hora de irme al tren, pues allá que me fui, con el tiempo justo de tomarme un refresco y enseguida vino el tren. Cuando llegué a Coruña, con algo de retraso, mi hija me había pedido ya un taxi que me llevó hasta la Plaza María Pita donde ella había reservado para cenar. Un paseo hasta el hotel y así acabó ese jueves.
Finalmente, a modo de recordatorio, y si os apetece, podéis ver mis viajes a a Coruña acompañando o visitando a mi hija en estos enlaces:

2 comentarios:

  1. Pontevedra no se ve tanto por la tv pero parece muy bonita. ¿Qué tal se come?

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    1. Sí que es bonita. Y se puede ver muy bien, es pequeñita. En cuanto a la comida, te puedo decir que yo comí en la Plaza de las 5 calles: revuelto de setas y oreja a feira y te puedo decir que muy bueno, la oreja estaba espectacular. En Galicia yo creo que se come bien siempre. Gracias por tu comentario

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